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El socialdemócrata Steinmeier, reelegido presidente federal de Alemania

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, saluda sentado junto a su mujer durante la asamblea federal en la que ha sido elegido para un segundo mandato de cinco años.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, saluda sentado junto a su mujer durante la asamblea federal en la que ha sido elegido para un segundo mandato de cinco años.POOL (REUTERS)

El socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, de 66 años, ha sido elegido este domingo presidente de Alemania para un segundo mandato de cinco años. En la primera votación ha obtenido 1.045 votos de los 1.437 depositados por los miembros de la Asamblea Federal. Su reelección se daba por descontada tras asegurarse el apoyo de los tres partidos que forman la coalición gubernamental, los socialdemócratas (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP), y sumar el apoyo de las dos formaciones democristianas en la oposición, la CDU y su socio bávaro CSU.

En su discurso, Steinmeier se ha dirigido al presidente ruso, Vladímir Putin, que mantiene más de 100.000 soldados y armamento pesado junto a la frontera de Ucrania en lo que Occidente considera una clara amenaza de invasión: “Quiero avisar a Putin: no subestime la fuerza de la democracia”. El presidente alemán ha dedicado el inicio de su discurso al conflicto de Ucrania y ha recordado que la responsabilidad de la amenaza de una guerra en el Este de Europa la tiene el presidente ruso. Ha añadido que el Kremlin “tiene que aflojar la soga del cuello de Ucrania”. Steinmeier ha alertado de que “la paz no debe darse por sentada; hay que trabajar para presevarla” y que para ello hay que perserverar en el diálogo pero “cuando es necesario hay que decir las cosas claras, mostrando determinación y disuasión”.

La reelección del político socialdemócrata se daba por hecha. Los conservadores, que ya habían apoyado a Steinmeier en la primera elección, en 2017, renunciaron a presentar un candidato propio. Steinmeier se ha enfrentado a otros tres aspirantes: el médico Gerhard Trabert, propuesto por el partido de izquierda Die Linke; el economista Max Otte, por la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), y la física Stefanie Gebauer, de los Votantes Libres. Las formaciones suelen presentar candidaturas aunque no tengan ninguna posibilidad de ganar porque aprovechan para lanzar mensajes de contenido político o social.

En su discurso de apertura, la presidenta del Bundestag, Bärbel Bas, pidió coraje para no desanimarse ante las numerosas crisis actuales. Se refirió a las tensiones sociales resultantes de las restricciones del coronavirus, al cambio climático y la crisis en Ucrania. “Seamos realistas, el miedo no ayuda”, dijo Bas.

El presidente alemán se vota cada cinco años mediante la convocatoria de un órgano llamado Asamblea Federal que tiene como único cometido elegir al jefe del Estado y solo se reúne con ese objetivo. En esta ocasión, la asamblea ha estado formada por los actuales 736 miembros del Parlamento y el mismo número de representantes de los 16 Estados federados, es decir, 1.472 miembros, una cifra récord. Los participantes son tantos que el acto no se ha podido celebrar en el edificio del Reichstag y se ha trasladado a un moderno edificio del Parlamento alemán, la Paul-Löbe-Haus, situado a pocos metros.

Los participantes en la asamblea federal a su llegada al edificio Paul-Löbe-Haus del Parlamento. MICHAEL SOHN (AFP)

Entre ellos, no solo hay políticos; también personalidades relevantes de la cultura, la ciencia o el deporte. La República Federal ha tenido 12 presidentes desde 1949, entre ellos ninguna mujer. La Constitución solo permite una reelección.

Entre las personas que este año han elegido al presidente están, por ejemplo, la inmunóloga Özlem Türeci, cofundadora de Biontech, la empresa que creó la primera vacuna contra la covid-19; el conocido virólogo alemán Christian Drosten; el futbolista del Bayern de Múnich Leon Goretzka, y el pianista Igor Levit. Varios enfermeros participaron también en la asamblea, así como la excanciller alemana, Angela Merkel, que fue la más requerida por los invitados para hacerse fotos y selfis con ella durante las pausas de la votación y el recuento.

La excanciller Angela Merkel saluda a un bebé durante la asamblea federal para reelegir presidente a Frank-Walter Steinmeier.JENS SCHLUETER (AFP)

Steinmeier, de 66 años, es uno de los políticos mejor valorados por los alemanes. En una encuesta de la televisión ZDF de esta semana el 85% de los encuestados opinaba que ha hecho un buen trabajo como presidente federal en su primer mandato. El anterior líder de los democristianos, Armin Laschet, destacó en enero, cuando anunció su apoyo, la experiencia de Steinmeier en política internacional y su capacidad de diálogo con otras culturas.

Nacido en 1956 en Detmold, en Renania del Norte-Westfalia (oeste del país) ocupó su primer puesto gubernamental entre 1999 y 2005 con el Ejecutivo de Gerhard Schröder, una coalición de socialdemócratas y verdes. Fue ministro de la Cancillería, uno de los puestos más cercanos al jefe del Gobierno.

En el primer Ejecutivo de gran coalición de Angela Merkel ocupó el cargo de ministro de Exteriores. En las elecciones de 2009 se enfrentó a la canciller como candidato socialdemócrata y tras la derrota se convirtió en el líder parlamentario del SPD. Al año siguiente, Steinmeier abandonó temporalmente su escaño para someterse a una intervención quirúrgica para donar un riñón a su mujer, Elke Büdenbender, jueza en el Tribunal Administrativo de Berlín.

El presidente federal volvió a las tareas gubernamentales en el tercer Ejecutivo de Merkel (2013-2017), que lo nombró de nuevo ministro de Exteriores. Su mayor éxito como principal representante de la diplomacia alemana fueron los acuerdos de Minsk, en los que se establecieron las condiciones para la paz (no cumplidas) en el este de Ucrania controlado por los separatistas prorrusos.

El presidente alemán ejerce funciones representativas, tanto dentro del país como fuera, cuando viaja al exterior y se reúne con personalidades extranjeras. Entre sus cometidos está el de firmar las leyes y designar oficialmente al canciller y a los ministros del Gobierno. Mientras ocupa el cargo, renuncia a la pertenencia a su partido político.

Steinmeier también ha ejercido un papel de mediador entre las distintas fuerzas políticas desde que tomó posesión como presidente. Cuando fracasaron las negociaciones para formar Gobierno entre los democristianos, los liberales y los verdes en otoño de 2017 consiguió que los socialdemócratas accedieran a intentar una nueva gran coalición con el partido de Merkel apelando a su responsabilidad para evitar unas nuevas elecciones. Los analistas coinciden en que ha sabido tender puentes entre los dos principales partidos. “Es un hombre de centro político”, dijo de él Angela Merkel cuando en otoño de 2016 su formación anunció que no presentaría su propio candidato a presidente.

La nominación de Otte, miembro de la CDU, por parte de la AfD, ha causado un terremoto político entre los conservadores, que mantienen como el resto de partidos alemanes un férreo cordón sanitario contra el partido de ultraderecha. La cúpula de la formación se ha comprometido a expulsar a Otte.

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