Cuando Olaf Scholz fue designado candidato socialdemócrata (SPD) para las elecciones del 26 de septiembre, la dirección del partido le encomendó una tarea casi imposible: llevar de nuevo al poder en Berlín a una formación histórica que no levantaba cabeza desde 2017, cuando registró con un 20,5% su peor resultado en unas generales desde la Segunda Guerra Mundial. Hace apenas unas semanas, el SPD languidecía en torno al 15% en las encuestas, pero la campaña centrada en la figura del candidato, que también es ministro de Finanzas y vicecanciller en el Ejecutivo de coalición que dirige Angela Merkel, parece haber funcionado, unido a errores de sus contrincantes. Sin gran carisma, pero con una imagen de solidez, profesionalidad y seriedad, el aspirante a canciller, y con él el SPD, han enfilado el camino de la recuperación, según muestra una encuesta publicada este miércoles que sitúa a los socialdemócratas por delante de Los Verdes y les acerca a la CDU de Merkel.
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El sondeo, realizado por el instituto demoscópico Forsa entre el 10 y el 16 de agosto y difundido por el grupo mediático RTL/ NTV, el SPD ha ganado dos puntos respecto a la semana pasada y se coloca ya con un 21% en segundo lugar, por delante de Los Verdes, que pierden un punto hasta quedarse en el 19%. El sondeo muestra, asimismo, que la Unión -como se conoce al bloque formado por la CDU y su partido hermano en Baviera, la CSU- se mantiene invariable en un 23%, pero llegó a registrar un 30% de intención de voto a finales de junio. Además, Scholz sigue en cabeza de la preferencia de los electores si se eligiera directamente al canciller -lo que no es el caso porque el voto va a un partido-, con un 29% frente al 15% de la ecologista Annalena Baerbock y el 12% del conservador y sucesor de la canciller Armin Laschet. La candidata verde ha sufrido varios tropiezas que han dañado su imagen -en relación con pasajes plagiados en un libro lanzado en campaña, entre otros asuntos-, mientras que el democristiano Laschet ha perdido puntos con las graves inundaciones que asolaron el oeste alemán en julio.
Los últimos datos arrojan la menor diferencia entre los dos grandes partidos tradicionales -democristianos y socialdemócratas- desde marzo de 2017 y reabren las perspectivas de posibles coaliciones tras las elecciones del próximo septiembre. Hasta ahora, los números daban mayores probabilidades a una coalición de conservadores y ecologistas, pero el SPD vuelve a abrirse paso en las quinielas como actor de peso en posibles acuerdos, en los que también quiere tener protagonismo el partido liberal (FDP) como socio menor. El SPD entró a regañadientes en la coalición con Merkel tras los comicios de 2017, pero los dos partidos vuelven a estar en cabeza.
Después de 16 años al frente de la primera economía de Europa, Angela Merkel dejará de ser canciller tras los comicios y el elegido como sucesor en el partido y candidato a dirigir el Gobierno, desciende en las encuestas. Las valoraciones de Laschet, que actualmente es también primer ministro del Estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia (18 millones de habitantes), han caído desde que fue grabado y fotografiado riéndose con compañeros del partido mientras el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, expresaba ante los medios en primer plano sus condolencias por las víctimas de las inundaciones. Laschet pidió disculpas por la metedura de pata.
Según el sondeo de Forsa, el partido Liberal (FDP) se mantiene sin cambios en un 12%, al igual que La Izquierda con el 6% y los ultras de AfD con el 10%. Según el resultado de la encuesta, en estos momentos la CDU/CSU y el SPD podrían aspirar matemáticamente a la cancillería, pero no los Verdes.
El sondeo de Forsa también desvela un dato preocupante para la CDU: La Unión tendría teóricamente mejores posibilidades con Markus Söder, el actual jefe de la CSU y del Gobierno de Baviera, quien no se cansa de criticar la campana que realiza Armin Laschet y fue su contrincante por la candidatura conservadora.
Solo el 15% de los votantes están convencidos de que la CDU/CSU puede dar la vuelta a sus recientes malos resultados en los sondeos en lo que queda de carrera electoral. El 33% incluso espera que la posición de la Unión se deteriore aún más; y, peor aún, entre los partidarios de la CDU/CSU solo una cuarta parte (26%) cree que Laschet será capaz de invertir la tendencia de aquí al 26 de septiembre. Una cuarta parte de los votantes que actualmente votarían a un partido distinto de la CDU/CSU afirmaron que optarían por Söder si su papeleta fuera para los conservadores.
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