Tan solo quedan tres semanas para que tenga lugar la esperada boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Es por ello que la marquesa de Griñón ya se ha sumergido en los últimos preparativos de cara a su gran día, entre los que está la confección de su vestido de novia de la mano del equipo de Carolina Herrera. Un diseño por el que la ganadora de MasterChef Celebrity está viajando constantemente hacia el otro lado del charco, habiendo tenido lugar hace días otra de sus escapadas.
Como ocurre cada jueves después de que los invitados sean entrevistados, El Hormiguero ha acogido su tertulia junto a Pablo Motos, Nuria Roca, Juan del Val, Cristina Pardo y la hija de Isabel Preysler. Un momento en el que el presentador no ha querido dejar pasar la oportunidad de preguntar a su compañera sobre su próxima ceremonia nupcial, aprovechando ella para revelar frente a las cámaras los últimos detalles: «He estado en Nueva York con mi madre, la verdad que es una gozada porque es una ciudad que nos encanta y el vestido está quedando super bonito», comenzaba explicando, para después revelar la reacción que tuvo la también conocida como «reina de corazones» al ver el traje de novia de su hija, habiéndolo «aprobado». Una felicidad que ha contagiado a la gran protagonista y que en nada se asemeja a la que tenía cuando su vestido estaba en manos de Sophie et Voilà, habiendo aclarado ella misma que la idea de ese traje no fue del agrado de su progenitora.
Tras haber escuchado la alegría de Tamara, el maestro de ceremonias volvía a tomar la palabra para lanzar un spoiler en toda regla sobre su sonado vestido de novia, el cual cuenta con el esfuerzo de «19 personas que están trabajando en los encajes». Algo que la propia hermana de Ana Boyer admitía con orgullo, aclarando que había sido Wes Gordon, director creativo de la firma, el encargado de confesarle este detalle: «Estoy súper agradecida a todo el equipo de Carolina Herrera porque están haciendo lo imposible para terminar el vestido en un mes», agradecía, añadiendo que quizá no sea necesario volver a la Gran Manzana para ver su traje acabado: «No sé si la siguiente es aquí en Madrid, eso me lo tienen que decir ahora».
Sea como fuere, si algo tiene claro la marquesa es que espera «cumplir con las expectativas» de sus seguidores, sobre todo teniendo en cuenta que la polémica generada por su vestido ha despertado el interés de personas de todos los rincones del país y más allá. Un dato por el que la chef está acumulando cierta tensión añadida, siendo muchos los ojos que están puestos sobre el próximo 8 de julio en la finca de El Rincón, fecha y lugar elegido por la pareja para darse el «sí, quiero» e iniciar una nueva vida en común.
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