SALT LAKE CITY, Utah – Un migrante venezolano que vive en Salt Lake City y perdió a su esposa e hija en la selva del Darién en un intento por buscar el “sueño americano”, rompió el silencio.
Al menos cuatro migrantes venezolanos han fallecido esta semana en la selva del Darién, que se extiende entre Colombia y Panamá, intentando llegar a Estados Unidos. Edwel Chirinos perdió a su esposa e hija mientras ellas intentaban cruzar esa selva para reencontrarse con él.
“Me enviaron (un) video con mi hija en una moto. Ya de ahí no sé más nada de ella. Les escribí el lunes en la mañana y yo empiezo a sospechar. El lunes en la noche me escriben de un número, porque mi esposa está muy delicada de salud y me dicen que tengo que pagar $1,000 para mostrármela. Yo (pregunté) si está secuestrada, si está con vida, y pedí una foto y me dijeron: ‘Aquí las reglas no las pones tú, las pongo yo'”, cuenta Chirinos.
Hasta ese momento, Edwel tenía esperanzas de reencontrarse con su familia.
Cuenta Chirinos que “esa es una selva inhóspita. Es algo que no se lo deseo a nadie. Yo jamás las mandaría por ahí. Por más fuerte que seas, ahí no vale fuerza. Es resistencia. Cuando entras, te quieres devolver. Vas en busca de un sueño y te truncas la vida. Muy pocos son los que salen. Hay muchos cuerpos que vas caminando y los ves guindado en los árboles”.
El hombre dijo que solo ha podido ver los cuerpos de su esposa e hija mediante una foto.
El escalofriante relato de Chirinos continúa: “Lo único que sabemos es que están todavía en el río donde se ahogaron, porque el chico que pasó la información me dijo que echó a la bebé y a la mamá al río para que un ente gubernamental las recogiera donde desemboca. Es una locura, una tortura no poder enterrar a tu hija”.
Cuando se le preguntó a Chirinos qué es el “sueño americano” para él, dijo que “lo peor, lo peor”.
“Y con esta tragedia, peor. Muchas personas piensan que el dinero lo hace todo. Buscamos una mejor calidad de vida sin saber el riesgo que corremos. Hay muchos padres que están poniendo en riesgo la vida de sus hijos”, señaló.
David Smolansky, comisionado de la Organización de Estados Americanos para los migrantes y refugiados venezolanos, dice que al menos 17,000 ciudadanos de Venezuela están huyendo actualmente a otros países.
Smolansky dice que están preocupados con este segundo semestre del año donde los números no son alentadores. “Se espera una estampida de al menos 250,000 para el final de año. La única solución para frenar este deslave humano en Venezuela pasa por la restitución de la democracia. Si no, seguiremos viendo gente lanzándose al agua o el mar del Caribe”, agregó.
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