Joel Embiid no será protagonista este verano en el Mundial, pero sí pretende serlo en 2024 durante el torneo de baloncesto de los Juegos Olímpicos de París. A un año vista de la ceremonia inaugural de la cita olímpica, el máximo responsable del Team USA, la selección de Estados Unidos, por fin ha reconocido abiertamente que uno de sus objetivos es conseguir que el MVP de la NBA en 2023 dispute la competición defendiendo los colores de su país de acogida.
“Por supuesto, todavía la hay”, contestaba Grant Hill al periodista Marc Stein en el programa de radio Saturday Sportsworld de la emisora 97,1 The Freak cuando fue preguntado por las posibilidades de Embiid de vestir la camiseta estadounidense. “Joel es un talento increíble y tiene opciones. Eso es algo bueno, supongo. Solo diré esto: he tenido conversaciones con él, y sabe nuestro deseo de tenerle en nuestro programa. Veremos a dónde nos lleva esto. Sin duda, cuando avancemos en la Copa del Mundo y empecemos a planear de cara al próximo verano, vamos a seguir hablando con él. Con suerte, por entonces, ya tendremos unos números y porcentajes sobre cuán real es la posibilidad (de que juegue con nosotros)”, desarrolló el exjugador y actual director ejecutivo del Team USA.
Embiid quiere disputar un gran torneo internacional pero no tiene claro con quién lo quiere jugar. El MVP reinante de la liga estadounidense y jugador franquicia de los Philadelphia 76ers ha recibido estos últimos años ofertas de Estados Unidos, Francia y su país natal, Camerún. La última opción es la menos realista, ya que la intención del pívot es la de competir para ganar la medalla de oro en París 2024. El tirón de poder participar con la selección anfitriona genera dudas en el jugador, que sabe también lo complicado que puede ser destacar en medio de la constelación de estrellas que prevén acumular los estadounidenses para la cita olímpica.
El embrollo no sería menor, en todo caso, si optara por disputar el torneo con Francia. Se prevé que los franceses cuenten con Rudy Gobert y Victor Wembanyama en el juego interior, y añadir a Embiid saturaría de talento la zona y obligaría probablemente a un mayor reparto de minutos entre ellos. Embiid llegó a Estados Unidos durante su adolescencia y ostenta la nacionalidad americana desde entonces. Hace apenas un año, el jugador dio un paso importante en su abanico de posibilidades al conseguir el pasaporte francés, que le permitiría representar al país anfitrión en París.
A pesar del interés explícito del Team USA y la selección francesa, no se espera todavía una resolución inmediata del jugador, que probablemente espere a conocer más detalles de la planificación de ambas selecciones de cara a los Juegos Olímpicos una vez resuelto el Mundial este verano.