*Lo que no ves de una puesta en escena: el arte del diseño de escenografía, vestuario e iluminación
Por: Andrea Pons
México, 8 Jun (La Neta Neta).- La escenógrafa, iluminadora y vestuarista Laura Rode, ha sido La cara detrás de más de 30 montajes de ópera y 100 espectáculos más, lo mismo de ballet, que conciertos, musicales y puestas teatrales de todos los géneros, habló sobre lo que pocos ven detrás de los grandes montajes, los procesos del diseño de producción, así como la diferencia entre las puestas en escena de cada país, debido a sus respectivas culturas.
La artista, quien estudió en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), contó en entrevista con La Neta Neta, cómo fue que comenzó a interesarse por las artes escénicas: “Fui al teatro con mi mamá y me gustó mucho la obra, pero más que los actores, lo que me llamó mucho la atención fue la iluminación y la escenografía, desde entonces empezó mi interés y cada vez que iba a una función de algo, pues más ganas me daban y ahí empezó todo”, reveló.
Rode también explicó que un espectáculo no es tan llano como se ve desde el ángulo del espectador: “Es muy curioso, el teatro es por excelencia el trabajo en equipo más completo que hay, porque cada producción que haces es totalmente distinta a las otras, entonces acabas aprendiendo de culturas, aprendes de objetos, filosofía, literatura y muchas cosas diferentes en cada producción”.
“Siempre te ayuda gente y tienes asesores y colaboradores, básicamente ese es el tema, hay muchísima gente involucrada, hay incluso productores que piensan que nada más te sientas y a ver qué se te ocurre, pero no es así, planeamos con mucho tiempo de anticipación para estar seguros de lo que vamos a presentar”, añadió la escenógrafa, quien cuenta con más de 40 años de carrera.
Explicó además que el trabajo de producción lleva tiempo y debe ser lo más preciso y minucioso posible: “No es fácil presentar algo y que a la primera esté bien, puede ser que envejezca pronto, puede ser que en una semana lo veas y ya no te guste o ya no funcione; yo pienso que el arte es una necesidad de los seres humanos que tenemos de comunicarnos, por eso quieres tener la mejor escenografía, el mejor texto, el mejor vestuario”.
Proceso creativo destinado al público
Tras cuestionarle sobre el proceso al que se somete para comenzar a trabajar en un nuevo proyecto, expuso: “Todo es un trabajo en conjunto con el director de escena, él lleva las riendas normalmente, él y el equipo creativo tienen que llegar a un concepto de en qué tono van a hablar, en qué estilo y cómo lo van a decir.
“No es lo mismo, por ejemplo, un texto como Otelo que tiene 420 años, lo puedes presentar muy clásico o más contemporáneo, estás diciendo lo mismo, pero el mensaje es diferente; entonces depende qué es lo que quieres decir o para qué; eso es para que las artes escénicas no envejezcan, siempre tener algo que decir al público que lo va a ver”, agregó.
Posteriormente detalló el proceso de desarrollo: “Primero hay que conocer el texto que vas a contar y cómo lo vas a contar, luego la parte de producción; saber con qué recursos contamos, en cuánto tiempo y después dónde lo vamos a montar, luego viene algo igual de importante que es a quién se lo queremos contar”, dijo.
“Entonces, con base al tipo de historia y al presupuesto, ya empiezas a ver el panorama. Por ejemplo, si tu presupuesto es razonable, entonces quizá la puedes hacer de época, pero si no, es imposible hacerla de época y ahora es más difícil que las producciones tengan el dinero para invertir en vestuario de época, que es bellísimo y aporta mucho”, continuó.
Rode también hizo hincapié en la importancia de contar cada historia con los elementos necesarios, explicó que muchas veces el presupuesto no fue suficiente; pese a ello, buscó alternativas para lograr el cometido del proyecto: “Si no tienes ese presupuesto, puedes buscar de qué manera lo vas a decir, pero sin dejar de contar la historia que quieres contar”, señaló.
Hilar fino para el escenario
Sobre el diseño de vestuario, el proceso es similar, según externó: “Es importante que el actor esté cómodo y la propuesta es del diseñador de vestuario en conjunto con el director de escena, pero la escenografía y luces nos importan mucho de qué color van a ser; nos ponemos de acuerdo en una paleta de colores para que la iluminación sea congruente.
“Nunca quieres ver al personaje vestido del mismo color de la pared, porque la pared se lo va a tragar, pero esas cosas se piensan, se hablan; a veces quieres a propósito que todo sea del mismo color, pero es otro concepto, en términos generales no quieres que tu protagonista se pierda en la pared”, adicionó.
La mexicana, quien ha trabajado en todo tipo de espectáculos y festivales internacionales de artes escénicas para Ocesa, Conaculta, el INBA, el Festival Cultural Sinaloa y el Festival Internacional Cervantino, dejó ver el amor que le tiene a su profesión.
“Las puestas en escena siempre cambian, están vivas, entonces necesitas encontrar el momento para que estés a tiempo de comunicarlo y se vea bien, porque es arte, es todo un conjunto; la composición, el balance, los colores, por eso es importante todo, es importante que sea muy claro”, expresó.
Trabajo en equipo y pasión por el arte
Además de haber ejercido su profesión en México, Laura Rode ha trabajado en diferentes partes del mundo, como lo fue Florencia, Italia; Bogotá, Colombia y Madrid, España, por lo que conoció una amplia diversidad de culturas durante su trayectoria: “Desgraciadamente, pienso que las políticas de los países latinoamericanos, le dan menos peso a la cultura y las artes escénicas, entonces estamos devaluados en los sentidos de producción”, reveló al respecto.
Tras cuestionarle sobre las diferencias artísticas entre cada una de las ciudades que visitó, confesó: “Cuando yo era muy chava pude viajar y ver cosas fuera; me di cuenta que el nivel de diseño en Mexico está a la altura de los mejores del mundo, tenemos grandes diseñadores en México, el problema es que te enfrentas con la falta de cultura, de no saber que esto se hace con tiempo.
“Hay que darle tiempo a las cosas para que madure el diseño, para que tengas tiempo de probar algo, equivocarte y si no funciona, tener el tiempo de cambiarlo y no resolverlo a la mera hora, en lugar de pulir una propuesta artística”, declaró.
Según detalló, en Colombia se enfrentó a una complicada situación política y social, por lo que era difícil terminar cada proyecto: “Te decían que ya estaban trabajando en algo, decían que mañana llegaba y no es cierto, porque apenas lo estaban haciendo, pero el manejo artesanal era muy bueno, el problema es la corrupción con los presupuestos, eso le resta a la producción”, narró.
“En España la producción te daba las condiciones para resolver tu trabajo. Hice varias óperas y teníamos prácticamente ocho meses, y no se diga en las culturas sajonas, son mucho más ordenados y disciplinados con la parte técnica, son respetuosos con los calendarios y aquí todavía tenemos el ‘te hablo el lunes’ y el miércoles tienes que darle seguimiento porque nadie te habló el lunes”, expuso.
En torno al tema concluyó: “El teatro es un reflejo de la sociedad, es una forma de comunicarnos, entonces el teatro refleja bien la situación de nuestro país, de nuestra cultura”.
La escenógrafa también habló sobre las dificultades a las que se ha enfrentado en algunos espectáculos: “Las que más tiempo me toman son en las que no hay ese espíritu de equipo, no colaboramos y creamos juntos; a veces, si no te piden algo, nadie hace nada hasta que entrego algo y en México suele suceder, aunque ya pasa menos”.
Por otro lado, contó que “las más disfrutables son las producciones en las que trabajas armónicamente y profesionalmente en colaboración con otros, cuando todos respetamos el trabajo del otro; y en mi opinión quedan mejor cuando eres honesto y realmente estás diciendo lo que piensas y todos en el equipo están con eso, son las que más te retroalimentan, te dan seguridad, confianza, estás contento y quieres hacer más y todos le suman”, dijo.
Durante 15 años Laura Rode se desempeñó como coordinadora general de producción de 18 musicales de gran formato producidos por Ocesa Teatro, en asociación con Cameron Mackintosh LTD, Disney Theatrical Production Worldwide, entre otras empresas de reconocido prestigio internacional, además, ha logrado cada meta e idea a lo largo de su carrera.
“Muy Chavita, la primera vez que vi una ópera me conmovió muchísimo y dije ‘quiero hacer una ópera, quiero hacer lo que hace el maestro’ y acabé haciéndolo. Luego quise hacer musicales porque son menos elitistas que la ópera; hice musicales, dije ‘tengo ganas de trabajar fuera’ y lo hice; en eso he sido afortunada, porque he hecho todo lo que he querido”, expresó para concluir.