El temporal ártico Elliot, que ha azotado gran parte de Estados Unidos esta semana, ha provocado ya al menos siete muertes en el país, mientras se espera que las gélidas temperaturas que ha ocasionado arrecien el fin de semana de Navidad. De cumplirse los pronósticos, estas fiestas navideñas serán las más frías desde que se tienen registros en varias ciudades, desde Pensilvania a Florida. La tormenta, con fuertes vientos y precipitaciones, nieve intensa y heladas, que se extienden por más de 3.200 km desde Texas hasta la canadiense Quebec, ha dejado sin suministro eléctrico a más de 1,5 millones de personas en EE UU y Canadá. Las autoridades estadounidenses han decretado el estado de alerta, una medida que afecta a más de dos tercios de la población del país, 240 millones de personas. En algunos puntos del Estado de Montana las temperaturas han caído a 45º bajo cero.
“Más de 240 millones de personas están afectadas por alertas meteorológicas”, precisó el Servicio Nacional de Meteorología (NWS en sus siglas en inglés). Estas temperaturas extremas se deben principalmente a los efectos de una masa de aire ártico, el llamado vórtice polar, una gran masa de aire frío en rotación que suele rodear el Ártico, pero que de vez en cuando se desplaza hacia el sur y extiende las temperaturas gélidas más allá del polo.
La coincidencia de este fenómeno metereológico con las celebraciones navideñas ha provocado miles de cancelaciones y desvíos del tráfico aéreo. El viernes, fueron anulados 9.000 vuelos nacionales, algo menos de los 11.000 trayectos cancelados la víspera, mientras las carreteras de medio país se cubrían de nieve y hielo, lo que está detrás de al menos cuatro de las siete muertes relacionadas con el temporal de las que se ha informado hasta el momento.
Dos automovilistas murieron el viernes y otros muchos resultaron heridos en un choque múltiple de 50 vehículos que obligó a cerrar la autopista Ohio Turnpike en ambos sentidos en medio de una fuerte ventisca cerca de la ciudad de Toledo. Las autoridades tuvieron que evacuar en autobús a los ocupantes de los vehículos para evitar que murieran congelados. Otras dos personas fallecieron también a causa de accidentes de tráfico en el vecino Kentucky, mientras que una persona sin hogar murió por hipotermia. “Por favor, permanezcan en casa y manténganse a salvo”, dijo el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en Twitter, al anunciar estas muertes.
Según la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA), unos 12 millones de personas tenían previsto viajar en coche en trayectos de al menos 80 kilómetros entre el 23 de diciembre y el 2 de enero. En diversas carreteras del país, voluntarios de protección civil repartían mantas el viernes para ayudar a afrontar el frío a los automovilistas bloqueados.
Las heladas han alcanzado también grandes centros urbanos del país, como Nueva York, donde esta madrugada del sábado estaba previsto que las temperaturas se desplomaran hasta los 10º bajo cero. La ciudad de Búfalo y el condado que la rodea, a orillas del lago Erie, en el oeste de Nueva York, prohibieron la circulación y los tres puentes fronterizos de la zona de Búfalo se cerraron al tráfico de entrada procedente de Canadá debido a las condiciones meteorológicas. El pronóstico del tiempo apunta a que las capitales de Florida y Georgia —Tallahassee y Atlanta, respectivamente—registrarán las máximas más frías del día de Nochebuena desde que estas se documentan. Se espera que la capital, Washington, pase este sábado el 24 de diciembre más gélido desde 1906.
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El presidente, Joe Biden, advirtió este jueves a los estadounidenses de que se tomaran la tormenta “de forma extremadamente seria” y que sigan las recomendaciones de las autoridades. “Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Y va desde Oklahoma hasta Wyoming, y de Wyoming a Maine. Y hay consecuencias reales, por lo que animo a todo el mundo a seguir las advertencias de las autoridades locales”, declaró Biden a los periodistas en la Casa Blanca. “Esto no es como las nevadas que veíamos cuando éramos pequeños, es algo muy serio”. El NWS ha descrito la tormenta como “única en una generación” y ha pronosticado una “gran tormenta anómala” que durará todo el fin de semana de Navidad, con nieve, fuertes vientos y bajas temperaturas anormalmente “peligrosas”.
El mal tiempo ha obligado también a las autoridades municipales a abrir centros de acogida en bibliotecas y comisarías de policía, al tiempo que se habilitan refugios temporales para las personas sin hogar. El reto se ha visto agravado por la afluencia de miles de inmigrantes que han cruzado la frontera sur de EE UU en las últimas semanas.
“Estamos acostumbrados”
El lugar más frío del país el viernes fue el remoto norte de Montana, cerca de la frontera con Canadá, donde el mercurio descendió hasta los 45º bajo cero. “Ha hecho más frío, sí, y supongo que hace frío fuera”, declaró Tyler Schaub, gerente del restaurante Rod’s Drive Inn, a Reuters. “Aquí estamos acostumbrados, pero, aun así, es mejor no permanecer fuera demasiado tiempo”. La exposición a temperaturas como las registradas en Montana puede causar una hipotermia severa y llevar a la muerte en cuestión de minutos. En el sur de Georgia y en gran parte de Texas, Luisiana, Alabama y Florida, las autoridades han divulgado avisos por riesgo de congelación. En Nueva Inglaterra, el oleaje producido por el viento provocó inundaciones costeras.
Los meteorólogos han explicado que la tormenta ha mutado en un “ciclón bomba” en el Medio Oeste. Ese fenómeno tiene su origen en una caída rápida y drástica de la presión atmosférica, que forma una especie de huracán. En algunas zonas de los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, cayeron más de 30 centímetros de nieve el viernes. Según el meteorólogo Brian Hurley, citado por Reuters, el problema no era tanto “la nieve que caía, sino la que volaba”, en alusión a la ventisca helada que impedía incluso la visión en amplias zonas de esa región.
La creciente demanda de calefacción y los daños causados por la tormenta en los sistemas de transmisión han puesto también a prueba los sistemas energéticos de Estados Unidos. El viernes, millones de hogares y empresas estadounidenses se quedaron sin electricidad, según la web Poweroutage.us. Los precios de la calefacción y la energía se dispararon debido a las inclemencias del tiempo.
“Si hay alguna buena noticia, es que la tormenta se ha movido rápidamente en algunas zonas”, dijo el viernes a la cadena MSNBC Pete Buttigieg, Secretario de Transporte de Estados Unidos.
La alteración de las fiestas navideñas para millones de norteamericanos ha llegado también a la entrega de los regalos comprados por internet o enviados por correo, que tienen pocas posibilidades de llegar a su destino antes de Navidad. FedEx, United Parcel Service, el Servicio Postal estadounidense y Amazon alertaron a sus clientes de que el mal tiempo estaba interrumpiendo operaciones clave en Tennessee, Indiana, Kentucky, Illinois, los dos Dakotas y otras zonas duramente afectadas por el frío y las ventiscas.
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