La tabla de cortar es uno de los utensilios más utilizados en la cocina, y este es el mejor truco para dejarla impecable. Sirve para cortar todo tipo de alimentos, así que si no la limpiamos como es debido termina convirtiéndose en un verdadero foco de bacterias que pueden poner en serio riesgo nuestra salud.
Existen varios métodos naturales no solo para limpiar, sino también para desinfectar, la tabla de cortar. La sal es el desinfectante más antiguo de la historia, así que tiene mucho sentido utilizarla para eliminar las bacterias. Poner en práctica este truco es muy fácil y rápido en tres sencillos pasos.
En primer lugar, vertemos una cantidad abundante de sal gruesa sobre la tabla de cortar. Es importante que esté limpia, sin ningún resto de comida. A continuación, frotamos con un estropajo y dejamos que actúe durante media hora. Una vez transcurrido el tiempo, lavamos con agua caliente y jabón. Antes de guardarla en el armario, es importante dejarla secar por completo.
La sal es un gran aliado en la limpieza del hogar
Además de la tabla de cortar, hay otras muchas cosas que podemos limpiar con sal gruesa, así que es conveniente tenerla siempre en casa.
Plancha
Con el paso del tiempo, es normal que la suela de la plancha presente zonas marrones o de quemado. Si no la limpiamos, estropeará la ropa, pero la sal gruesa puede ayudarnos a dejarla como nueva. Cogemos un paño y colocamos sobre él un puñado de sal gruesa.
A continuación, encendemos la plancha, la ponemos a temperatura media y frotamos la suela por encima de la sal. Desenchufamos y, cuando esté fría, terminamos de limpiar la superficie con un paño ligeramente húmedo.
Objetos de plata
Aunque en el mercado podemos encontrar multitud de productos para limpiar los objetos de plata, también hay varias soluciones caseras que pueden ayudarnos. Entre ellos, la sal gruesa. Lo primero es quitar el polvo de los objetos con un paño seco.
Cuando estén limpios, cortamos un limón por la mitad, lo cubrimos con abundante sal gruesa y, por último, frotamos los objetos de plata. Recuperarán su brillo original y quedarán impecables.
Ropa
Es normal que la ropa blanca coja un color amarillento por el uso. Para recuperar su blancura, debemos mezclar un litro de agua con el zumo de dos limones y tres cucharadas de sal gruesa.
Sumergimos la prenda en la solución y la dejamos en remojo durante dos horas. Cuando haya pasado el tiempo, lavamos la prenda de la manera habitual y la dejamos secar al aire.
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