Las fresas son una de las frutas más saludables que existen. Son muy ricas en vitaminas, sobre todo la C, que fortalece el sistema inmune y neutraliza los radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro de la piel. Además, tienen un alto contenido en fibra, por lo que generan sensación de saciedad y combaten el estreñimiento. Ahora bien, a la hora de consumirlas, es interesante conocer el mejor truco para conservar las fresas y que no se pongan malas.
¿Cómo conservar las fresas?
Una vez en casa, lo primero es sacarlas de la caja y comprobar el estado en el que se encuentra cada una de las piezas. Si ves que alguna está un poco tocada o tiene un color pálido, tíralas. Luego, debes hacerlo siguiente, según explica el usuario @by_maure en un vídeo que ha compartido en su perfil de Instagram:
- En primer lugar, debes sumergir las fresas en un bol de agua caliente para eliminar todas las bacterias y la suciedad acumulada.
- A continuación, ponlas a remojo en un bol de agua fría con unos cubitos de hielo.
- Escúrrelas, sécalas y ponlas en un tupper con papel absorbente abajo y arriba, cierra herméticamente, ¡y listo!
A la hora de colocarlas en el tupper, recuerda que las fresas nunca deben quedar amontonadas, sino extendidas unas al lado de las otras, tal y como se puede apreciar en el vídeo.
Guarda el tupper en la nevera, y así conseguirás que las fresas se conserven en perfecto estado durante una semana, nada más y nada menos.
A la hora de consumirlas, saca las que vayas a comerte una o dos horas antes a temperatura ambiente para apreciar todo su aroma y sabor.
¿Se pueden congelar?
Si no te vas a comer todas las fresas en una semana, lo mejor es congelarlas, ya sea enteras o en trozos. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Para empezar, cubre una bandeja para horno con papel vegetal.
- Pon las fresa en un colador y lávalas con agua fría.
- Sécalas con cuidado con papel de cocina absorbente.
- Quita las hojas y el tallo con un cuchillo.
- Esparce las fresas, enteras o en trozos, en la bandeja y congélalas durante una hora.
- Una vez transcurrido el tiempo, guárdalas en una bolsa para congelar resistente. Quita el exceso de aire y cierra. Así pueden aguantar en el congelador hasta tres meses.