Cuando nos manchamos la ropa de lejía, por ejemplo mientras desinfectamos el baño, lo que solemos hacer es tirarla porque creemos que no tiene remedio ya que se degrada el color de base. Sin embargo, existe un truco tan sencillo como efectivo para quitar las manchas de lejía de la ropa. Lo mejor de todo es que no necesitamos gastarnos un dineral en un producto carísimo, sino que se trata de una solución 100% casera.
Quitar manchas de lejía de la ropa
Gracias a este truco para quitar las manchas de lejía de la ropa, podremos salvar ese jersey o ese pantalón al que le tenemos tanto cariño. Lo que tenemos que hacer es lo siguiente:
- Lo primero es llenar 1/4 de vaso de ginebra o vodka. Es importante que sea alguna de estas bebidas alcohólicas, porque con el resto no funciona.
- A continuación, cogemos un trozo de algodón y lo empapamos en ginebra o vodka. De esta manera, conseguimos arrastrar el tinte de la zona afectada, de tal manera que se distribuya por el resto de la prenda y la mancha quede disimulada.
Cabe señalar un truco que funciona solo con manchas pequeñas en prendas de colores claros. ¡Es importante actuar con rapidez! Si la lejía ya decolorado la ropa y se trata de una prenda de color oscuro, lo único que nos queda es teñirla o customizarla.
Si queremos teñirla, en el mercado podemos encontrar tintes específicos para ropa. Por supuesto, debemos seguir las instrucciones del fabricante al pie de la letra. Es importante que busquemos un color lo más parecido al original.
Si nos gustan las manualidades, también podemos tapar la mancha colocando un parche. Otra de las opciones que tenemos es crear nuestro propio estampado tie-dye, tendencia esta temporada en el mundo de la moda.
Mancha amarillenta
Cuando ya hemos utilizado demasiada lejía o aparecen manchas amarillentas en las prendas blancas por el propio deterioro, también existen algunos trucos caseros para recuperarlas.
Uno de los que mejor funciona es el del bicarbonato. Consiste en aplicar un poco de bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha y frotar con un cepillo de cerdas suaves. Dejamos que actúe durante 20 minutos, y luego lavamos con el programa adecuado en la lavadora.
También podemos utilizar unas gotas de agua oxigenada y un chorro de vinagre. Al igual que con el bicarbonato de sodio, frotamos con un cepillo de cerdas suaves y lavamos en la lavadora.
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