Las ventanas son una de las partes de la casa que más suciedad acumulan, ya que están en contacto directo con el exterior y por mucho que las limpies al poco tiempo ya vuelven a estar sucias de polución y cualquier contaminación ambiental que pueda «pasar por ahí». Hoy te contamos un trucazo casero para limpiar los rieles de las ventanas que los va a dejar impecables en cuestión de segundos y sin esfuerzo… ¡no querrás limpiarlos de otra manera!.
Los trucos caseros se han convertido en uno de los contenidos más buscados en las redes sociales, especialmente en aquellas donde se publican todo tipo de vídeos con ellos, como TikTok o Instagram. Trucos de limpieza, de belleza o de cualquier otra categoría que se puedan poner en práctica en el hogar arrasan con millones de visualizaciones, sobre todo aquellos que se hacen virales.
Prueba este trucazo para limpiar los rieles de las ventanas
Las tareas de limpieza son imprescindibles en el hogar para poder tener cada rincón de la casa limpio y bien higienizado, además de que a nivel estético cuando más limpio se vea todo estará mucho más bonito. Los rieles de las ventanas pueden ser un lugar complicado de limpiar, ya que continuamente pasa suciedad por ellos y su estructura hace que no sea sencilla la tarea de limpiarlos, pero sin duda se puede hacer mucho más fácil de lo que parece.
Para poner este trucazo en práctica y limpiar los rieles de las ventanas con eficacia vas a necesitar un estropajo salvaúñas, de esos que tienen una parte de estropajo verde y la otra de esponja para sujetarlo comodidad sin rasparte. Pon el estropajo seco en el riel y marca la esponja con un rotulador, por donde van los rieles, y después corta con un cúter o cuchillo una hendidura en cada marca. Esto hará que el estropajo encaje perfectamente en el riel.
Una vez que tengas el estropajo preparado, humedece el riel con una mezcla de vinagre y bicarbonato (o bien agua y un producto de limpieza que no sea abrasivo) y empapa agua el estropajo. Mete las hendiduras de la esponja en la guía de la ventana y pásala de un lado a otro, en apenas unos segundos verás que el riel está impecable. Lo último que tendrás que hacer será quitar la esponja y pasar un paño o papel de cocina para secar el riel… ¡estará reluciente!.
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