Saludables para el hígado, desintoxicantes, depurativas y digestivas, las alcachofas son unas hortalizas con múltiples propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Por ello, es bueno que no nos falten si queremos llevar una alimentación sana y variada. Sin embargo, puede que evites comprarlas y hacerlas dado que cuestan de pelar y además suelen dejarnos los dedos manchados, pero ¿y si te decimos que existe un sencillo método para pelar las alcachofas de forma fácil y rápida? Toma nota de este truco, porque seguro que lo vas a aplicar.
El truco para pelar alcachofas de forma rápida
Como cualquier alimento de origen vegetal, es importante lavar y limpiar correctamente las alcachofas antes de servirlas en la mesa o utilizarlas en cualquier receta. Lo que creemos que es un paso básicamente trivial, sin embargo, puede hacer que caigamos en algunas trampas o hacernos caer en el error. Veamos, pues, algunos consejos útiles para limpiar nuestras alcachofas de forma rápida y eficaz.
Y empecemos por un aspecto muy delicado, el de los residuos: de hecho, ¿cuántas veces acabamos tirando porciones de comida que no solo son ricas en nutrientes sino que también pueden servir para recetas deliciosas? Es el caso, por ejemplo, de los tallos de alcachofa que muchas veces se destinan directamente a la papelera, aunque solo sea por la dificultad de pelarlos. Sin embargo, el mismo interior del tallo, así como la corteza más fibrosa y resistente que lo recubre, es una auténtica reserva de sustancias preciosas y se puede cocinar con toda seguridad y también, añadir a esa receta con alcachofas que estés pensando en cocinar.
Para pelar y limpiar rápidamente una alcachofa, existe un método infalible a la par que fácil, que consiste en utilizar un pelador de patatas: este sencillo utensilio de cocina, de hecho, facilita quitar la parte más dura es decir la del tallo, dejando sólo la pulpa más sabrosa y la parte del tallo que vas a poder cocinar sin problema.
Cómo proceder
Primero de todo, elimina las hojas de la alcachofa hasta que comiences a ver que pasan de un color verde a uno más amarillento. Para saber la cantidad de hojas a quitar puedes fijarte en esto o también, notar como a medida que pelas el cuerpo de la alcachofa se va tornando más blando.
Una vez hayas quitado las hojas que consideres, llega el momento de pelar el tallo y es ahí donde entra en juego el pelapatatas.
De esta forma, será posible añadir esa ración de alcachofas que tanto te apetece a tu ensalada o cualquier plato en el que desees añadirlas, enriqueciendo aún más nuestro plato. Obviamente, toda la operación de limpieza debe realizarse con guantes desechables que protejan la piel de los pigmentos oscuros con los que la verdura nos podría manchar.
Como alternativa al guante, puedes confiar en unas gotas de jugo de limón para humedecer tus dedos. Aunque es menos efectivo, protegerá contra los residuos en la piel y también es perfecto para eliminar las manchas una vez que hayas terminado.
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