El alto precio de la energía hace que mantener la calefacción encendida durante varias horas sea misión imposible para muchas familias. Claro que a nadie le gusta pasar frío, así que toca tirar de ingenio y poner en práctica algunos trucos para mantener la casa caliente, como este de los muebles que no ha tardado en hacerse viral.
Bien es sabido por todos que colocar muebles delante de los radiadores no es una buena idea. Si, por ejemplo, en el salón está el sofá colocado justo delante, este absorberá todo el calor, impidiendo así que se caliente la estancia. Ahora bien, lo que sí puedes hacer es colocar un mueble encima del radiador para que canalice el calor al impedir que el aire caliente suba hacia arriba. Este truco es especialmente eficaz cuando el radiador está situado bajo una ventana.
Seguro que estás pensando en qué mueble puedes colocar encima del radiador. Pues bien, no es necesario que sea demasiado grande ni pesado. Basta con un estante que tenga la misma anchura que el radiador. Puedes utilizarlo para colocar algunos objetos decorativos, como marcos de fotos o pequeñas plantas. Como puedes comprobar, el truco de los muebles para mantener la casa caliente en invierno no puede ser más fácil, y resulta de lo más efectivo.
¿Cómo hacer que la casa se mantenga caliente?
Si tienes paredes en casa que están orientadas hacia el norte, lo más probable es que se enfríen con frecuencia. Uno de los mejores tips es vestir las paredes, colocando estanterías de madera con decoración o libros. En caso de que sea una pared con ventana, las cortinas térmicas son una solución fantástica.
Estas cortinas están fabricadas con materiales aislantes que proporcionan un gran confort térmico y acústico. Además, están diseñadas de tal manera para que, al colocarlas formen pliegues y, de esta manera, el frío quede atrapado en ellos. Cabe señalar que valen tanto para el frío como para el calor.
Otra solución casera para aumentar la temperatura en casa sin necesidad de subir la calefacción es colocar una base de cartén forrada con papel de aluminio alrededor del radiador. De esta forma, conseguirás que el calor se refleje en todas las direcciones de la estancia, y la sensación de calidez se multiplicará.
Y, por último, recuerda que la temperatura máxima a la que debes poner el termostato es 21 grados. Por cada grado por encima de los 21 grados, el consumo se incrementa en un 8%.
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