Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 40% de la población tiene problemas para dormir. Dormir menos horas de lo recomendado tiene un efecto muy negativo en la salud, y puede acarrear numerosos trastornos tanto físicos como psicológicos. Pues bien, ahora un nuevo estudio realizado por la compañía sueca Infinium Global Research ha revelado el truco definitivo para combatir el insomnio. Se trata simplemente de utilizar mantas con peso para dormir. Así de fácil.
¿Qué es el insomnio y cuáles son sus síntomas?
Desde hace años científicos de todo el mundo estudian los trastornos del sueño para ofrecer a los pacientes soluciones que les permitan descansar como es debido. Lo primero a aclarar es que cuando hablamos de insomnio, no nos referimos única y exclusivamente a tener dificultades para conciliar el sueño. Puede presentarse de muchas formas diferentes, como por ejemplo despertarse de manera frecuente durante la noche.
En cuanto a los síntomas del insomnio, son relativamente fáciles de identificar: dificultad para conciliar el sueño a la noche, despertarse repetidamente durante la noche, cansancio por el día, irritabilidad, problemas para mantener la atención y la concentración, y somnolencia.
Son muchas las personas que sufren insomnio a corto plazo (agudo), que dura unos días o unas pocas semanas, debido generalmente al estrés. También hay quienes padecen insomnio a largo plazo (crónico), que dura más de un mes.
El ‘poder’ de las mantas con peso para lograr un sueño reparador
Pues bien, según la compañía sueca Infinium Global Research, la manta con peso es una solución que tiene 20 veces más de probabilidades de combatir el insomnio que cualquier otro remedio que se haya probado hasta el momento.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores llamaron a participar a 120 pacientes. A cada uno de ellos se les asignó una manta ligera o una manta con peso, al azar. Todos durmieron con ella durante un mes.
Cuando pasaron las cuatro semanas, los resultados fueron muy claros: las personas que durmieron con una manta con peso mantenían el sueño mucho mejor, tenían menos síntomas de depresión y ansiedad, y estaban más activos durante el día.
Después del primer mes del ensayo, los investigadores decidieron continuar con una fase abierta de un año. Los participantes que siguieron utilizando una manta con peso siguieron durmiendo muy bien, y los que cambiaron su manta ligera por una con peso notaron una gran mejoría.
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