El pan es uno de los alimentos más consumidos del mundo, y una de las mejores formas de conservarlo es congelándolo. Ahora bien, si queremos que el pan esté como recién hecho no podemos congelarlo de cualquier manera. El objetivo es que no pierda sus propiedades, su textura y su sabor, y existe un truco tan sencillo como efectivo para congelar el pan en casa como si fuéramos auténticos profesionales.
¿Cómo congelar el pan? El mejor truco
Lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de pan del que se trata. «Las hogazas integrales pueden durar a temperatura ambiente en bolsa de tela incluso siete u ocho días, y bien conservada en el congelador, su duración puede ser larga», aseguran desde Levaduramadre, según recoge el diario ’20minutos’.
Otro de los aspectos a considerar es si el pan está cortado o no. En el caso de las hogazas, siempre y cuando el pan no esté cortado, la mejor forma de guardarlo es en una bolsa de tela. Ahora bien, si está cortado, lo ideal es que metamos el pan en una bolsa de plástico en la nevera, o también podemos congelarlo.
Si queremos congelar el pan en rebanadas para irlas sacando a medida que necesitamos, lo ideal es guardarlo en una bolsa de plástico o en papel film. Para evitar que el pan tome los olores del congelador, debemos utilizar bolsas de congelación herméticas. También podemos usar una bolsa de plástico normal, pero tenemos que asegurarnos de que está bien cerrada y sin aire en su interior.
Los panaderos aseguran que la creencia de que el pan congelado pierde sus propiedades no es cierta. «Los buenos panes estarán buenos aunque los congelemos», señalan. El tiempo máximo que debemos tener el pan en el congelador son tres meses.
Consejos para descongelarlo
Descongelar el pan a temperatura ambiente es un gran error si no lo hacemos bien, ya que esto impedirá que recobre su textura original. Quedará mucho más duro, y la miga estará gomosa.
La mejor forma de descongelarlo es calentándolo en el horno. De esta manera, conseguimos que las moléculas de aire y los almidones rompan los espacios cristalizados. Así, el pan recupera su suavidad y estará tan crujiente como recién hecho. Es tan fácil como colocar las rebanadas en la bandeja y hornear durante 5 minutos a 180 grados.
Teniendo en cuenta estos consejos, podemos congelar y descongelar el pan, y disfrutar de todo su sabor y textura.
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