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El truco definitivo para limpiar el escurridor de platos y dejarlo como nuevo

El escurridor de platos es un elemento que utilizamos a diario, sobre todo si no tenemos lavavajillas en casa. Sin embargo, al igual que ocurre con otros muchos utensilios de la cocina, no prestamos la atención suficiente a su limpieza. Y es un gran error, porque con el uso y el paso del tiempo puede llegar a acumular millones de bacterias y llenarse de sarro. Por suerte, existe un truco muy sencillo para limpiar el escurridor de platos y dejarlo como nuevo.

En primer lugar, cabe señalar que un estudio publicado en la revista ‘Journal of the American Dietetic Asociation’, reveló que si apilamos los platos húmedos durante más de 24 horas en el escurridor, es muy probable que las bacterias proliferen en él. Por lo tanto, una de las cosas más importantes es recoger los platos en cuanto estén secos, sin dejar pasar nunca más de 24 horas.

Truco para limpiar el escurridor de platos

Los ingredientes que necesitamos para preparar el remedio casero son muy simples: media taza de jabón líquido (del que utilizamos para lavar los platos), una taza y media de bicarbonato de sodio, dos cucharadas de vinagre blanco y dos tazas de agua.

Todo son ingredientes con múltiples usos para la limpieza del hogar, así que seguro que ya contamos con ellos. En un recipiente, los mezclamos hasta formar una pasta homogénea. Cuando la tengamos lista, eliminamos el exceso de agua del escurridor de platos con un trapo.

Aplicamos la mezcla sobre toda la superficie. Lo ideal es hacerlo con un cepillo de dientes de cerdas suaves. Dejamos reposar durante tres horas. Una vez transcurrido el tiempo, enjuagamos con una mezcla de agua caliente y el zumo de medio limón y retiramos la humedad con otro trapo limpio.

Para evitar que proliferen las bacterias y aparezcan machas de sarro en el escurridor de platos, lo ideal es aplicar este truco una vez a la semana.

¿Cómo limpiar el estropajo?

También una vez por semana, debemos limpiar el estropajo para que no se acumulen en él gérmenes y bacterias. Luego, lo dejamos secar en un espacio ventilado, como un recipiente con agujeros en el fondo para que drene el agua.

Limpiar el estropajo es muy sencillo, porque basta con dejarlo en remojo en agua con un chorro de lejía durante media hora. Cuando pase el tiempo, retiramos, aclaramos con abundante agua tibia y dejamos secar. ¡Quedará como nuevo!


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