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El truco definitivo para recuperar el brillo de las cazuelas

La gran mayoría de cazuelas que tenemos en la cocina son de acero inoxidable, así que es normal que por el uso y por el paso del tiempo vayan perdiendo brillo. Por suerte, existe un truco casero tan sencillo como efectivo para recuperarlo, y ponerlo en práctica apenas te llevará un minuto. Únicamente necesitas un producto que seguro tienes en casa: vinagre blanco o vinagre de limpieza.

¿Cómo recuperar el brillo de las cazuelas?

Se trata de un producto natural que permite recuperar el aspecto y el brillo original de las cazuelas de acero inoxidable. Simplemente tienes que aplicar unas gotas en el interior de las cazuelas, y al frotar un poco a la hora de lavarlas comprobarás cómo el acero inoxidable vuelve a brillar.

Por lo tanto, lo único que debes hacer es lavar las cazuelas como sueles hacer normalmente, pero aplicando unas gotas de vinagre blanco o vinagre de limpieza. No es necesario que lo hagas en cada lavado, pero sí puedes hacerlo de vez en cuando. Además de recuperar el brillo de las cazuelas, también sirve para desinfectarlas y eliminar los microorganismos.

El vinagre de limpieza resulta muy útil para recuperar el brillo de las cazuelas cuando estas no están demasiado desgastadas. Pero, si han perdido por completo su brillo, entonces necesitas un remedio más «potente» a base de bicarbonato de sodio. Además de sacar brillo, también es muy útil para acabar con las manchas más resistentes y los olores que permanecen en el tiempo.

En este caso, tienes que preparar una mezcla de 1/2 taza de vinagre de limpieza y dos cucharadas de bicarbonato. Cuando la tengas lista, frota por toda la superficie, y en cuestión de unos pocos segundos verás cómo las cazuelas recuperan su aspecto original como por arte de magia.

¿Cómo alargar su vida útil?

Si quieres que las cazuelas de acero inoxidable te duren mucho tiempo en perfecto estado, debes seguir unos cuidados de mantenimiento básicos. Es fundamental que las limpies justo después de utilizarlas, sin dejar suciedad o alimentos demasiado tiempo en su interior.

Nunca debes echar agua fría sobre el acero inoxidable que todavía está caliente. Para limpiar las cazuelas, utiliza un estropajo suave y un jabón no abrasivo. Aunque se pueden meter en el lavavajillas, es mejor lavarlas a mano en el momento.

Aunque no se van a oxidar, sí es conveniente secar las cazuelas para evitar manchas de cal o surcos. Y, si hay suciedad incrustada, hay que quitarla con un cepillo de cerdas duras que no raye el material.


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