La leche es uno de los alimentos básicos que se encuentra en todos los hogares, imprescindible especialmente durante la infancia para contribuir al desarrollo físico y fortalecer los huesos gracias al calcio que contiene. Te contamos el truco definitivo para saber si la leche está mala y así no arriesgarte a consumirla en mal estado… ¡sigue leyendo y descúbrelo!.
Consumir leche en mal estado puede ser perjudicial principalmente porque te causará malestar estomacal, no te sucederá mayor cosa, pero lo cierto es que es muy molesto y deberías no arriesgarte y poder evitarlo. Hay varios trucos que puedes poner en práctica para asegurarte del estado de la leche, aunque nos centraremos en uno de los más eficaces.
El truco para saber si la leche está mala
Siempre se dice que lo más eficaz para comprobar si la leche está en mal estado es olerla, pero lo cierto es que se puede dar la circunstancia de que incluso oliendo como siempre se haya puesto mala. La leche es un líquido ligero que se vierte de forma fluida, sin ningún grumo, trozo ni nada que perturbe ese líquido puro, por lo que si hubiera algo, sería mala señal.
Toma nota de los pasos de este trucazo para saber si la leche está mala comprobando su consistencia:
- Revisa su consistencia para ver si tiene grumos o trozos. Ten en cuenta que la leche entera es más espesa que la leche desnatada, pero aún así debe ser totalmente líquida y verse fluida al moverla.
- Remueve la leche para analizar su consistencia, ya que los grumos suelen asentarse en el fondo y no los verás a simple vista. Si al observarla ves algún grumo, es una clara señal de que la leche se ha estropeado.
- Otra opción es analizar el interior de la botella o brick de leche, ya que a veces en las paredes se pegan residuos sólidos, o se quedan al fondo. Si eso sucede, también es un síntoma de que la leche se ha puesto mala y es mejor tirarla.
Nunca olvides la importancia que tiene comprobar que la comida está en un estado óptimo para su consumo, ya sea leche o cualquier otro alimento. Las intoxicaciones y demás consecuencias pueden llegar a suponer un problema de cierta gravedad en algunos casos, por lo que hay que tomar precauciones y asegurarse de que ningún alimento que vayas a comer está en mal estado.
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