La nevera es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar, así que debemos cuidarlo como tal prestar especial atención a su limpieza. Mucho de los modelos que podemos encontrar actualmente en el mercado son de acero inoxidable, un material no poroso que no acumula suciedad. Además, evita la corrosión y es resistente a las temperaturas extremas.
Esta semana, la usuaria de Instagram @uvaycolor ha compartido un truco fantástico para limpiar el acero inoxidable. Con él, podemos conseguir que la puerta de la nevera vuelva a brillar como el primer día. Los ingredientes que necesitamos para ponerlo en práctica son muy simples: una cucharada de aceite de oliva y medio vaso de vinagre de limpieza.
Mezclamos ambos ingredientes en una botella con pulverizador, pulverizamos en la puerta de la nevera y limpiamos con un paño de microfibra. Por último, secamos, ¡y ya lo tenemos listo! De esta manera, todas las huellas desaparecerán como por arte de magia y el acero inoxidable parecerá nuevo.
¿Cómo limpiar la nevera?
En muchos hogares, este electrodoméstico contiene altos niveles de gérmenes y bacterias que se pueden transferir a los alimentos. Para evitar que proliferen generando malos olores y aumentando el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria, es recomendable limpiar la nevera una vez al mes siguiendo estos pasos:
- En primer lugar, debemos desenchufarla de la corriente.
- A continuación, sacamos todos los alimentos. Podemos aprovechar a limpiar la nevera justo antes de hacer la compra, cuando esté medio vacía, para no tener la comida fuera demasiado tiempo.
- Para que la tarea sea más fácil, retiramos las piezas desmontables, como los cajones o las bandejas.
- Es precisamente en las gomas donde mayor cantidad de microorganismos se acumulan. Para dejarlas como nuevas, lo mejor es utilizar una mezcla de media taza de vinagre, una cucharada de bicarbonato y el zum de un limón.
- A continuación, limpiamos con un paño húmedo y jabón neutro el interior de la nevera. Luego, aplicamos un desinfectante natural para acabar con las bacterias y los gérmenes.
- Una vez finalizada la limpieza y la desinfección, dejamos la puerta abierta para que se seque antes de volver a colocar las piezas desmontables.
Para evitar que se acumulen malos olores en la nevera, una de las mejores soluciones es poner un rollo de papel higiénico, el cual debemos cambiar cada dos semanas.