Así como en las noches de verano muchas veces nos cuesta conciliar el sueño, y salir de la cama no suele ser un gran problema, también es cierto que abandonarla invierno es una de las obligaciones más duras que tenemos que afrontar cuando las temperaturas bajan. Justamente por eso, en este artículo, vamos a ofrecer un truco para levantarte de la cama cuando hace mucho frío.
Esta técnica se la debemos a Martin Seeley, director general de MattressNextDay, una de las firmas de colchones de mayor prestigio internacional, y que aparentemente es un experto no sólo a la hora de elegirlos, sino también a la hora de levantarse cada mañana. El especialista nos recomienda que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para escapar al entorno gélido.
Cómo levantarte de la cama cuando hace mucho frío
Impide que tu cuerpo se enfríe por la noche
Para hacerlo, no importa si tienes que sacar el pijama de invierno en pleno otoño o comprar un buen edredón, porque dormir con frío repercute negativamente en la calidad del sueño, y todas esas horas en las que no te relajas las acabarás pagando demasiado caro.
De este modo, una vez que hayas logrado una temperatura adecuada debajo de la ropa de cama, el siguiente paso es convencerte de que tienes que salir de allí. Hay un método que este profesional denomina «el de los 10 segundos», y que podría serte de enorme ayuda.
Según Seeley, la clave está en que no pensemos demasiado en levantarnos sino que simplemente lo hagamos, porque cuanto más tiempo tardemos en salirde la cama, más difícil será que finalmente lo hagamos, y más vamos a sufrir el desapego una vez iniciado el día.
¿Cómo aplicar este truco?
«Lo peor que puedes hacer cuando te despiertas con frío es quedarte en la cama y obsesionarte con el frío que hace» argumenta, afirmando que «a menudo puede hacer que nos sintamos aún peor y desmotivados para el día que tenemos por delante», agravando todo.
Para acabar de una vez con ese círculo vicioso, en el preciso instante en el que estés completamente despierto tienes que contar hasta diez, como máximo, saliendo de la cama antes de llegar a esa cifra. O bien puedes hacerlo desde que la alarma suena por primera vez.
Adoptando la táctica, salir de la cama te costará mucho menos y no padecerás el tener que abandonarla para empezar tus quehaceres diarios.
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