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El truco para saber si las ostras son frescas

La seguridad alimentaria es un tema muy delicado y precioso que atañe a todo lo que llevamos a la mesa todos los días. Los platos que servimos, o que nos sirven en el restaurante o en el bar, pueden ser en realidad un peligroso vehículo de virus y bacterias para nuestro organismo. La forma en que se conservan los alimentos, la forma en que se cocinan y la frescura de las materias primas aseguran un plato saludable, evitando al mismo tiempo contaminaciones incluso letales. En el caso de las ostras podemos decir que es un alimento sumamente delicado de modo que es importante comerlas siempre frescas y para asegurarnos de ello, nada como recurrir al truco que ahora os vamos a explicar.

El truco para saber si las ostras son frescas

De vez en cuando podemos escuchar en las noticias como alguien ha comido ostras crudas y se ha intoxicado. Incluso han habido casos en los que la persona ha acabado muriendo. La bacteria Vibrio, presente en los mariscos crudos, es la responsable de desencadenar una infección que como decimos, en algunos casos resulta fulminante.

Los síntomas incluyen dolor abdominal, calambres, vómitos y disentería que ocurren en las horas posteriores a la comida. Si este tipo de infección es raro, otras formas de intoxicación alimentaria al comer ostras frescas y otros tipos de marisco pueden ser bastante frecuentes.

Por eso, asegurarnos de que lo que cocinamos sea fresco y de buena calidad es el primer paso para protegernos. Sobre todo cuando se trata de pescados y mariscos , como las ostras. Pero, ¿sabemos reconocer su frescura? Una forma tiene que ver con… el ruido. Sí, para estar seguro de que está comprando ostras frescas, simplemente toque la concha con la uña. La ‘respuesta’ audible nos dará la información que necesitamos.

Si, de hecho, el ruido es sordo, o más bien lleno, entonces el molusco todavía está vivo por dentro. Sin embargo, por el contrario, si escuchas un sonido proveniente de una cavidad vacía, significa que el molusco ya está muerto y por lo tanto será mucho mejor evitar la compra y con ello, el riesgo de intoxicación.

Por último, la vista también es siempre un excelente aliado a la hora de elegir los alimentos. Para las ostras, comprobamos que la concha está intacta, sin ningún tipo de rotura y con las valvas completamente cerradas. Además, el blanco debe ser brillante y también debe haber vetas de rosa y gris.


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