La semana ha empezado muy movida en el plató de ‘Ya son las ocho’. En el programa presentado por Sonsoles Ónega emitían un vídeo en el que pintaban a Ortega Cano como el encargado de intermediar entre el fuego abierto de Ana María Aldón y Gloria Camila.
La hija de Ortega Cano aparecía con el móvil contestando un mensaje de su padre porque estaba muy cabreado. Camila le llamaba en directo para saber qué le había molestado concretamente de ese vídeo.
Sonsoles Ónega y Gloria Camila, en ‘Ya son las ocho’
El diestro cogía el teléfono y explicaba que: “Estoy cansado, estoy agotado por ser buena persona. No se puede ser tan buena persona como yo soy, es la primera vez que digo esto, pero pido a los míos: A Gloria Camila que la quiero a morir, a mi mujer que la quiero a morir, a mi niño que le quiero a morir. Por favor que dejen que haga mi vida“.
Cano es claro: “Cada uno tiene su vida y yo les apoyo en todos los sentidos, tanto a mi hija como a mi mujer, pero hay cosas que hay que respetar en la distancia. Yo no soy el intermediario de todos los programas. Con esto no hablaré más en una televisión. No quiero saber nada de una televisión”.
Sonsoles Ónega y Gloria Camila, en ‘Ya son las ocho’
El marido de Aldón lanza un ultimátum a su mujer y a su hija: “Pido que me dejen vivir tranquilo, que dejen de hablar de mí. Yo les aplaudo, estoy con una y con la otra, pero que me dejen vivir”. Gloria Camila le comentaba a su padre que llevaba dos semanas sin hablar del tema y que “se ha mantenido al margen, porque se está haciendo una bola innecesaria”.
Ortega solo recordaba que lo que quiere es que: “Por favor dejen el tema. Entiendo que vayan a la televisión a trabajar, pero que dejen mi nombre a un lado, tanto a la una como a la otra. Estoy regular de salud y con todo esto un día me va a dar un patatús“.