El último título rojiblanco se celebró a lo grande

El último título oficial del Athletic se remonta al verano de 2015. En Barcelona se empezaba a hablar en agosto del reto del equipo de Luis Enrique de firmar un nuevo sextete. Los leones acabaron de golpe y porrazo con la ilusión azulgrana.

La Supercopa de aquel 2014-2015 fue la consecuencia de haber perdido meses antes la final de Copa ante la propia escuadra culé en el mismísimo Camp Nou. Aquella derrota por 3-1 no impidió, en cualquier caso, que los bilbaínos pudieran medirse semanas más tardes al propio Barça, a la sazón campeón de Liga y Copa. Si la reglamentación hubiese sido similar a la imperante en la campaña 1983-84, este trofeo de 2015 no reposaría ahora en las vitrinas del museo de San Mamés.

El Athletic, campeón de Liga y Copa en la campaña 83-84, se proclamó directamente campeón también de la Supercopa. Sin necesidad de competir contra nadie. Por su hegemonía en ambas competiciones.

Volviendo a aquel verano de 2015, la noche del 8 de agosto fue lluviosa y fría en San Mamés. La afición del Athletic disfrutó, sin embargo, de uno de los mejores partidos de los leones en su actual estadio. Una portentosa y brillante actuación de los rojiblancos con Aduriz, su killer, en plan estelar.

San José fue, sin embargo, el encargado de romper las hostilidades con una señora vaselina sobre Ter Stegen desde muy cerca del centro del campo. Su compañero se encargó después de redondear la noche con otros tres goles marca de la casa. Éxtasis en Bilbao.

Tres días después tocaba afrontar la vuelta en un desangelado Camp Nou. El 4-0 de la ida hizo, sin embargo, que un buen número de aficionados se decidiesen a acudir al estadio azulgrana. Quedaba la duda razonable, eso sí, de si Messi iba a poder hacer una de las suyas.

El 10 del Barça, como el resto de sus compañeros, tuvo que rendirse a la evidencia. Aduriz, por si acaso, marcó su golito en el Camp Nou, certificando el triunfo global de los leones.

Bilbao se lanzó a las calles al día siguiente. Recepción en el Ayuntamiento y en la Diputación con bus descapotable como medio de transporte entre una y otra institución. Una buena forma de sacarse la espina por los Supercopas perdidas en la 1982-83 y en la 2008-2009.


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