Salió cara. La moneda al Valencia le cayó por el lado de la victoria. El equipo de Gracia, que vagabundea por el campeonato a salvo del temporal del descenso pero lejos del barrio europeo que solía pisar antaño, alcanzó un hito este curso. Se impuso al competitivo Granada y sumó su cuarto triunfo seguido en Mestalla. Desde la temporada 2017-18, de la mano de Marcelino, el once del murciélago no lograba agrupar un póker de victorias. Incapaz de enlazar dos triunfos seguidos, el Valencia de dos caras que pilota Gracia, al menos ha reconstruido el fortín de Mestalla donde, aunque con apuros y a trompicones, gana.
El gol de los del murciélago llegó temprano. Gayà, que empezó trazando un surco por el perfil izquierdo, recibió de Guedes y centró entre los centrales y el meta Rui Silva. Wass anticipó la marca de Soldado, metió el exterior del pie derecho y con un movimiento de tobillo complicado de ejecutar cruzó la pelota para marcar su tercer gol de la temporada.
El capitán Gayà, con el auxilio del joven Álex Blanco, que le tira la cobertura cuando se impulsa por el carril, volvió a convertirse en el principal argumento ofensivo de su equipo. El partido de descanso por sanción ante el Levante le sentó bien. Lo mismo les sucedió a Carlos Soler, Racic y Maxi Gómez, que también se perdieron el derbi por castigo y llegaron con más energía al duelo ante los andaluces. Con balón el Valencia estuvo fluido y dominador, y no concedió ocasiones a los puntas rojiblancos, pero el enfrentamiento estaba abierto porque sus tiros a portería no sumaron más goles y porque el Granada, entre cansado y adormilado, podía despertar en cualquier momento.
A Rui Silva, el buen portero portugués, le sorprendió el tobillo de goma de Wass, pero más tarde sacó dos lanzamientos a puerta, uno de Álex Blanco, y otro de Guedes. La parada al 7 del Valencia fue antológica, poniendo la mano izquierda bien dura ante un chut a quemarropa.
Viendo una versión menor de su equipo, Diego Martínez que, sancionado, estaba en un palco privado de Mestalla, metió dos cambios tras el descanso. Mantuvo a Kenedy, que sufrió un problema muscular en la primera mitad, hasta que lo sustituyó en el minuto 56 porque el brasileño, renqueante, no aparecía. El martillo que tiene en la cabeza el valenciano Soldado golpeó en ese periodo por primera vez. Cillessen atajó el remate.
El Granada, que acusó el desgaste de alternar el campeonato doméstico y la Liga Europa, perdió al mismo tiempo a Darwin Machis, que había entrado en el descanso, por lesión muscular, y encajó el segundo. Todo en un minuto trágico. Gonçalo Guedes tiró de su potente tren inferior para poner el cuerpo y marcharse, sin desequilibrarse y caer, de dos jugadores del Granada y filtrar un pase excelente sobre Álex Blanco, que cruzó la pelota y embocó con la izquierda. El canterano, que acaba de renovar, premió la confianza de Javi Gracia, que lo eligió en el once por delante del talentoso Kang In Lee, el mejor futbolista en los últimos partidos. El equipo nazarí, fundido y sin su intensidad habitual, agotó los cinco cambios en el minuto 75 de partido.
Víctor Díaz sacó de la línea de gol un lanzamiento de Maxi Gómez, que trastabillado por un empujón de Germán acertó a golpear en el aire mientras caía al suelo. El uruguayo, que no marca desde el 4 de enero, le quitó una ocasión a Guedes y luego se topó con otra buena parada de Rui Silva. El Valencia no cerró el partido y Soldado marcó para ponerle suspense al descuento. El delantero hizo gol tras una brillante acción combinativa entre Yangel y Jorge Molina, y el Granada, que no se rinde, reaccionó en un descuento que se alargó hasta el minuto 97.
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