La bancada del Gobierno celebra la aprobación de la reforma laboral ese jueves en el Congreso.Andrea Comas
Los días de fútbol —moviola posterior incluida— Twitter está intratable. Penetrar en su lista de asuntos más comentados, hacerse un hueco entre los nombres de los futbolistas que han estado bien, a los que se alaba, y los que han estado peor, a los que se pone a caer de un burro, es casi misión imposible. Pero la esperpéntica votación de la reforma laboral en el Congreso lo logró. Se colaron entre los trending topic de la jornada #pucherazo, #Casero, #Batet, #Bolaños, #Teodoro, #Sayas, #Tamayazo, #AlbertoRodríguez, #ERCyBildu, #Trujillo, #2deUPN #Adanero y #Esparza. Casi un pleno al 15.
No era para menos. La trama que propició la proeza de imponerse a la victoria del Athletic sobre el Real Madrid en la Copa del Rey con un gol en el minuto 89 lo merecía. Dice así: el Gobierno lleva al Congreso la reforma laboral para derogar la aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2012. Sus socios de investidura le dan la espalda, pero los votos apalabrados con Ciudadanos y los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro —no hay equipo pequeño— parecen garantizar la victoria. En los últimos minutos del partido, sin embargo, Sergio Sayas y Carlos García Adanero desobedecen al míster de UPN y votan en contra. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, anuncia, confundida, que el decreto “queda derogado”. La bancada del PP y Vox, el Fondo Norte, celebra el gol en pie, se rompe las manos a aplaudir y grita “¡sí se puede!”. Pero, consultado el VAR (“los servicios de la Cámara”), Batet corrige: “Queda convalidado”. Un diputado popular se ha equivocado en el voto telemático. El PP permite la derogación de la reforma laboral del PP. El Fondo Sur (la bancada del Gobierno) se apunta el tanto, mientras el Fondo Norte ataca al árbitro (Batet) desde la grada. Evidentemente, Twitter se lo pasó en grande.
Con su característico ingenio y sus buenos reflejos, los fabricantes de memes llenan inmediatamente la red de bromas, desplazando de la lista de cuestiones más comentadas a los protagonistas del partido de la Copa del Rey. Se la han dejado botando: el diputado del PP que se ha equivocado al votar desde casa se llama Alberto Casero y en cuestión de minutos una cuenta ficticia, @AlbertoCaserito —”diputado fiable, entrañable despistado. Todos hemos ido a un examen de resaca, no me juzguen”—, acumula miles de retuits y favoritos. El último mensaje de su cuenta real es un comunicado del cantautor Álex Ubago, célebre por cantar Sin miedo a nada con Amaia Montero.
Hola @populares. Tengo 57 llamadas perdidas de Pablo Casado y el telegram que echa humo. Alguien del partido que me diga porfavó que quieren, que ando liado con el teletexto. #ReformaLaboral
— Alberto Caserito (fake) (@AlbertoCaserito) February 3, 2022
La cuenta @pelidetarde, que parodia los títulos y argumentos de esos telefilmes para siestas sin remordimientos, tuitea junto a un retrato de Casero: “A Albert Homemade nunca se le había dado bien la tecnología. Aun así, logra un buen puesto en su empresa, en el que apenas tiene contacto con ordenadores. Pero todo cambia cuando sus jefes deciden informatizar la toma de decisiones. Error fatal (Was it my fault?), sábado, 16 h. A3″.
A Albert Homemade nunca se le había dado bien la tecnología. Aún así, logra un buen puesto en su empresa, en el que apenas tiene contacto con ordenadores. Pero todo cambia cuando sus jefes deciden informatizar la toma de decisiones- “Error fatal” (Was it my fault?), sábado 16h A3 pic.twitter.com/o8wA1TBftX
— Peli de Tarde (@PeliDeTarde) February 3, 2022
Muchos tuiteros comparan la escena en el Congreso —la euforia cambiando de campo en un minuto— con las imágenes del chasco monumental de las personas concentradas en 2017 en el paseo de Lluís Companys de Barcelona tras la declaración de independencia de Cataluña que duró apenas unos segundos.
La cuenta Spanish Revolution, con más de 61.600 seguidores, lo tiene claro: Casero fue el MVP (siglas en inglés del jugador más valioso) del encuentro. Muchos tuiteros recordaron, también, el banquillo vacío por la ausencia del diputado Alberto Rodríguez. Unidas Podemos decidió no sustituirlo mientras recurría en los tribunales su inhabilitación. Con él habría sido un partido distinto.
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