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El voto en urna baja 22,5 puntos por la pandemia y los sufragios por correo


La participación en las elecciones al Parlamento catalán ha caído en urna 22,54 puntos en relación con los comicios autonómicos de 2017, según los datos facilitados por la Generalitat hasta las 18.00. La abstención es uno de los fantasmas que persigue a la convocatoria del 14-F. Esos temores se están viendo confirmados. Hasta esa hora, según los datos de la Generalitat, han participado el 45,72% de los electores frente al 68,26% de 2017. A las 13.00, solo el 22,7% de los catalanes había ejercido su derecho al voto en urna (frente al 34,6% de hace cuatro años). La participación al mediodía ha sido la más baja de toda la serie histórica desde 1992, según datos de la Generalitat, aunque las especiales circunstancias de esta jornada (aumento del voto por correo y distribución de votantes por franjas horarias) hacen que las comparaciones no sean del todo exactas.

Por circunscripciones, Barcelona ha registrado una participación del 45,93% y una caída de 22,65 puntos (fue de 68,58 % en 2017); en LLeida, de 46,16% (ha caído 21,12 puntos al situarse en 2017 en 68,16%); en Girona, ha sufrido un descenso del 21,12 puntos al ser del 47,04% frente al 68,16% de 2017 y, por último, en Tarragona, se ha situado en 42,84%. Ha sido la provincia donde la participación ha sufrido un mayor bajón: de 66,84% al 42,84% (24 puntos).

Bernat Solé, consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, ha atribuido el importante descenso en la participación a la situación de pandemia y al vertiginoso crecimiento del voto por correo (un 350% más este año, récord absoluto de todas las elecciones). El censo –el número de ciudadanos con derecho a voto en estas elecciones– está formado por 5,3 millones de personas. El consejero no ha querido aventurar si la participación superará finalmente el 50%. Soler sí matizó que la participación en 2017 fue excepcional por celebrarse los comicios en pleno procés. Por ello, ha querido establecer la comparación respecto a otros comicios: el voto en urna ha caído ahora 10 puntos respecto a las elecciones de 2012 y tres en relación con la de 2010.

La participación ya ha caído a la primera hora de la mañana y ha sido visible en el registro de las 13.00. Soler ha advertido entonces de que la primera franja de la mañana estaba reservada a la de los colectivos de riesgo. “La franja de vulnerables tiene una densidad de voto menor, y eso tiene también una repercusión”, ha detallado el consejero.

Fotogalería: La jornada electoral de las elecciones catalanas 2021

El Govern era partidario de aplazar las elecciones por coincidir con la tercera ola de la pandemia. El Govern aprobó un decreto y las trasladó, a causa de la crisis sanitaria derivada del coronavirus, al 30 de mayo. Pero unos días después, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tumbó el decreto y confirmó que no había razón suficiente para no celebrar elecciones el 14 de febrero con garantías. La lluvia que ha afectado a Barcelona y su área metropolitana en las primeras horas (y que después se ha disipado) puede haber contribuido también a los pobres resultados de participación de las 13.00.

Caída en Barcelona y su área

Al igual que en la actualización de las 13 horas, a media tarde la abstención es más elevada en zonas urbanas que en la Cataluña más rural. En las comarcas donde se sitúan las grandes ciudades como Barcelona, L’Hospitalet, Terrassa, Badalona o Sabadell la participación cae entre 22 y 23 puntos. Estas zonas suelen registrar mayor número de votantes de partidos constitucionalistas. En las comarcas menos urbanas, como el Baix y Alt Empordà, el Gironès, Osona o El Berguedà las bajadas de participación se sitúan entre 19 y 20 puntos, aunque el patrón presenta algunas excepciones. La caída en la participación, pese a todo, es una tendencia clara en el conjunto de Cataluña. Algunas de las comarcas donde más cae son las más pobladas, que suelen tener mayores índices de voto constitucionalista. La comarca del Barcelonès, que incluye Barcelona, Badalona y L’Hospitalet de Llobregat registra una caída de 12,3 puntos. En el Baix Llobregat la caída es del 12,5 y en el Vallès Occidental (Sabadell y Terrassa) es de 12,5 puntos. En las zonas menos urbanas, tradicionalmente más proclives para los partidos independentistas la bajada es menor. En el Berguedà (Barcelona) ha bajado 11 puntos, en el Baix Empordà ha caído 10,5 puntos y en Osona se reduce solo 6,5 puntos.

El 100% de las mesas constituidas

Sea cual sea finalmente la participación en la jornada electoral, el 14-F en Cataluña se está celebrando con “plena normalidad”, según el Govern. Uno de los principales temores de la jornada era que un porcentaje notable de mesas electorales no se constituyese a tiempo por la ausencia de sus miembros. Y que la votación, en su conjunto, quedase tocada. Pero no ha ocurrido. Ha habido dificultades y prisas ―sobre todo en la provincia de Barcelona― pero a las 10.00 ya se había formado el 97,4% de las mesas, ha informado en una primera comparecencia Solé. Hora y media más tarde, según datos oficiales de la Generalitat, el 100% de las mesas ya estaban constituidas.

El consejero ha explicado que a las 10.00 se habían constituido 8.895 de las 9.139 mesas electorales de Cataluña. Solé ha destacado que los datos del 14-F eran “idénticos” a los de las últimas elecciones autonómicas de 2017 a esa misma hora. “La valoración es muy positiva, pese a la dificultad de unas elecciones en plena pandemia”, ha dicho Solé, que ha agradecido a la ciudadanía su “servicio público y civismo”.

La ley electoral prevé que los ciudadanos asignados a mesas que no hayan podido constituirse pueden votar en el plazo de las siguientes 48 horas. Ese escenario, finalmente, tampoco se ha dado. Es cierto que ha habido incidentes en algunas mesas y que en algunos casos se ha temido que finalmente no pudieran constituirse. Pero los problemas han sido solucionados hasta cubrir el 100% de las mesas, lo que disipa cualquier duda en torno a la difusión de los resultados de la votación esta noche.

El aluvión de excusas presentadas por los ciudadanos escogidos como presidentes o vocales de las mesas electorales ―finalmente fueron más de 34.000 alegaciones entre titulares y suplentes, según Solé― encendieron las alarmas en las últimas semanas. Nunca fue preciso recurrir a la previsión de la ley electoral de reclutar a ciudadanos que se presenten a primera hora en los colegios; al final, el uso de los sustitutos ha sido una pieza clave para el correcto desarrollo del proceso.

Algunos de los sustitutos han tenido que ser empleados en mesas distintas a las que estaban asignados. La Junta Electoral Central (JEC) validó para toda Cataluña una instrucción de la junta de Barcelona que ha permitido que los sustitutos ocupen puestos de presidentes y vocales vacantes en otras mesas.

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El consejero ha admitido “incidencias”, pero que son “concretas y resolubles”. Se refería, por ejemplo, a la falta de material o problemas técnicos. En algunos colegios electorales, según ha podido constatar EL PAÍS, los responsables de las mesas han lamentado la dificultad de recibir atención telefónica de la junta electoral para resolver problemas. Por ejemplo, las alegaciones presentadas por ciudadanos que no han podido ser atendidas a tiempo por las juntas electorales. Numerosos sustitutos han tenido que esperar en los colegios a la espera de saber si eran derivados a otras mesas.

El director general de Procesos Electorales de la Generalitat, Ismael Peña-López, ha explicado que los resultados de las elecciones se podrán conocer “seguro” esta noche y constató que las incidencias fueron mínimas. Peña-López se mostró confiado (como así ha sido) en constituir la totalidad de las mesas. Los principales problemas se dan en las ciudades de Barcelona y L’Hospitalet, las dos más pobladas de Cataluña. Los colegios que han abierto tarde cerrarán también un poco más tarde, ha anunciado en declaraciones a Catalunya Ràdio.


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