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Elaine Taylor, la ‘chica Bond’ que salvó a Christopher Plummer de la autodestrucción


El pasado viernes 5 de febrero el mundo del cine despedía a una de sus grandes estrellas: Christopher Plummer, el intérprete que encarnó al capitán John Von Trapp en el clásico Sonrisas y lágrimas de Robert Wise de 1965. El actor falleció por un derrame cerebral tras una caída a los 91 años en su casa de Connecticut, en la que vivía con su esposa, la bailarina y actriz Elaine Taylor, con quien llevaba casado 50 años.

Christopher Plummer y Elaine Taylor se conocieron en 1968, cuando rodaron juntos la película musical Lock Up Your Daughters! y según contó en sus memorias publicadas en 2008, In Spite of Myself, él descubrió que se había enamorado de ella al finalizar la película, cuando fue consciente de que sus caminos se separaban. Entonces, Plummer llevaba tras de sí dos matrimonios fallidos: el primero, junto a la actriz Tammy Grimes, con la que se casó en 1956 y se separó cuatro años después y del que nació su única hija, la también actriz Amanda Plummer; y el segundo, el que formó junto a la periodista británica y columnista del mundo del espectáculo, Patricia Lewis, con quien se casó en 1962 y cuyo matrimonio duró cinco años.

Taylor, una británica nacida en Hertfordhire, Inglaterra, en 1943, ya había interpretado el papel de chica Bond en Casino Royale, la cinta de la saga del agente 007 que en 1967 encarnó David Niven cuando comenzó a trabajar con Plummer y no se le conocía pareja. A finales de los años sesenta y setenta, Taylor también protagonizó The Anniversary (1968), All the Way Up (1970) y Diamantes vía Moscú (1968). Su última película acreditada data de 1992, y más tarde la actriz y bailarina persiguió otras pasiones, como el diseño de interiores. Ella y Plummer residían en una casa decorada por Taylor estilo mansión inglesa de 100 años de antigüedad en Eston, Connecticut, donde falleció el actor.

Cuando el rodaje de Lock Up Your Daughters! llegó a su fin Plummer confesó a Taylor que la echaría de menos y le pidió que le permitiera ir a visitarla. Ella le dijo que sí pero con una condición: que dejara el alcohol. El canadiense ya había reconocido sus problemas con la bebida algo que, pensaba, le hacía más atractivo. “Adoraba el alcohol porque me liberaba y obedecía a mi capricho. Además, yo pensaba que era devastadoramente atractivo cuando estaba borracho, pero Elaine me disuadió de esa idea rápido”, contó el actor de Puñales por la espalda en 2015 al Daily Mail, donde reveló que desde que se casó no volvió a beber como antes: “Creo que necesitaba casarme y, de hecho, lo agradecí porque estaba bebiendo como un loco. Me di cuenta de que no debía estar solo y necesitaba a alguien”.

La diferencia de edad entre ellos, Taylor es 14 años más joven que él, tampoco fue un impedimento para su amor. Se casaron en octubre de 1970 en Montreal en una ceremonia íntima oficiada por el reverendo Philip Morenton, el mismo que casó a Richard Burton y Elizabeth Taylor en su segundo enlace en 1964. “Fue la boda más pequeña y mejor de la historia”, reconocería el propio Plummer tiempo después. Elaine Taylor fue la responsable de salvarle la vida y así lo admitió el intérprete en 2012 cuando se convirtió en el actor más longevo en ganar el Oscar a mejor actor de reparto gracias a Beginners. “A mi sufrida esposa Elaine, quien merece el Premio Nobel de la Paz por venir a rescatarme todos los días de mi vida”, dijo entonces al recoger el galardón, que también se lo dedicó a su hija Amanda.

Taylor también tuvo que ver mucho en la relación de Christopher Plummer con su hija. Amanda Plummer, actriz conocida por papeles en exitosas películas como Pulp Fiction, El rey pescados, Mi vida sin mí o Los juegos del hambre: en llamas se crio junto a su madre en Estados Unidos y no fue hasta su mayoría de edad cuando se reencontró con su progenitor. Como él mismo contó en The New York Times en 1982, no quería tener nada que ver con la crianza de un bebé. “Soy muy malo en responsabilidades de cualquier tipo. Fui un marido pésimo y un padre aún peor”, dijo.

La relación entre padre e hija tal vez fuera un reflejo de lo que el propio Plummer vivió en su casa. Sus padres se divorciaron poco después de que él naciera en Toronto y creció junto a su madre en Montreal. No fue hasta los 17 años cuando conoció a su padre. “Los divorcios eran severos entonces, así que no me permitieron verlo. Cuando lo hice, ya era demasiado tarde. Parecía muy agradable, pero no había nada realmente emotivo al respecto y creo que lo sabía”, contó en otra ocasión sobre su infancia. Sin embargo, gracias de nuevo a la intervención de Elaine Taylor en la vida de Plummer, fue capaz de recuperar el tiempo perdido con su hija y ambos mantenían una maravillosa relación hasta su muerte.

El pasado mes de octubre, Plummer y Taylor celebraron su 50º aniversario de bodas igual de enamorados que el primer día y siguiendo a rajatabla el secreto de su longevo matrimonio. “Ella es mi mejor amiga. Podemos separarnos durante el día y luego reunirnos para cenar y hablar de qué tal nos ha ido. No estamos uno encima del otro todo el tiempo, eso podría ser aburrido y mata matrimonios. Tengo mucha suerte”, reconoció hace unos años el propio Plummer en una entrevista en Zoomer.


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