La definición del próximo presidente de Colombia se extendió hasta el 19 de junio cuando el favorito de los comicios, el candidato de izquierda Gustavo Petro, y el polémico empresario de la construcción, Rodolfo Hernández, compitan de nuevo en segunda vuelta para ver quién llega finalmente a la Casa de Nariño.
La votación se dio en medio de una profunda polarización por el descontento social derivado de la inequidad y la pobreza en la cuarta economía de la región, además de demandas para reducir la inseguridad en las ciudades y la violencia en las zonas rurales donde operan grupos armados vinculados al narcotráfico.
El candidato de izquierda, Petro -senador, exalcalde de Bogotá y exmiembro de la guerrilla M-19-, ganó la elección con el 40,34% de los votos, junto con su compañera de fórmula, Francia Márquez. Sin embargo, no le alcanzó para superar el 50% necesario para ganar en primera vuelta.
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El economista de 62 años genera división en el electorado, atravesado desde 2019 por un clima de protestas y fuerte tensión social. De consolidarse la tendencia, Petro podría convertirse en el primer presidente de izquierda de Colombia, que por años ha llevado adelante un modelo económico de disciplina fiscal y libre mercado, criticado por una gran parte de los colombianos como generador de una fuerte desigualdad social.
Entre otras cosas, Petro ha prometido una reforma de pensiones y tributaria (destinada principalmente a gravar a los ricos), detener la exploración de petróleo y carbón -las principales exportaciones de Colombia-, y restablecer los lazos con el Gobierno socialista de Venezuela.
Petro pretende recaudar al menos 40 billones de pesos (u$s 10 mil millones) al año, principalmente mediante la imposición de gravámenes sobre los dividendos de las compañías, los activos en el extranjero y los grandes patrimonios rurales.
Segundos, aunque a una distancia de 12 puntos, se encuentran Hernández y Marelen Castillo de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, con cerca del 28,14% de los votos. El empresario de 77 años ganó popularidad en el último tramo de la campaña con una apuesta por las redes sociales y un discurso fuertemente crítico contra la política tradicional, aunque es exalcalde de Bucaramanga.
Según Hernández, Colombia está siendo desangrada por “100.000 ladrones” dentro y alrededor del Gobierno. Por su estilo, ‘el ingeniero’ suele ser comparado con figuras como la del expresidente norteamericano Donald Trump, y el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
Poco se sabe sobre las propuestas de Hernández, que ha basado gran parte de su discurso en las críticas contra la corrupción. El empresario prometió, por ejemplo, bajar los impuestos (incluido el IVA que pasaría del actual 19% al 10%), mediante la lucha contra la corrupción.
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Sin embargo, el magnate de la construcción -famoso por golpear a un concejal frente a las cámaras en 2018- está imputado por la Fiscalía General de la Nación por el cargo de delito de interés indebido en la celebración de contratos. Se lo acusa de haber intervenido como alcalde en la adjudicación de un contrato de manejo de residuos que buscaba beneficiar a una empresa y a uno de sus hijos, quien habría hecho lobby a favor de la compañía. Hernández lo niega.
En tercer lugar -síntoma del declive de la campaña en la cuenta regresiva, ya que antes de los comicios todas las encuestas los daban como segundos- quedaron Federico ‘Fico’ Gutiérrez y Rodrigo Lara (Equipo por Colombia) con el 23,87% de los votos.
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Aunque durante la campaña, el candidato de centroderecha trató de despegarse de la imagen del expresidente Álvaro Uribe y el actual mandatario Iván Duque -cuya gestión termina en agosto-, Gutiérrez estaba identificado por grandes sectores de la población como el candidato de la continuidad.
Su baja performance marca una ruptura con el modelo que hasta ha gobernado al país pero, probablemente, beneficie a Hernández de cara a la segunda vuelta.
En el cuarto lugar quedó la formula de Sergio Fajardo y Luis Gilberto Murillo con el 4,20 %; quintos John Milton Rodríguez y Sandra De Las Lajas (1,29 %); y sextos Enrique Gómez y Carlos Cuartas (0,23 %).
Más de 39 millones de colombianos estaban habilitados para votar y se movilizaron alrededor de unos 300.000 efectivos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional vigilaron las elecciones para evitar posibles ataques de grupos armados en medio del conflicto con la guerrilla colombiana que lleva casi seis décadas que ha dejado unos 260.000 muertos.
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