Las puertas de metal se encuentran entre las más duraderas que puede seleccionar para su hogar. Las puertas vienen en varios tipos de metal con aluminio, hierro, acero y bronce como los tipos más comunes. Puertas de metal aguantan extremadamente bien los impactos, lo que los hace muy duraderos. Sin embargo, el óxido es un problema para las superficies metálicas. Arruina la apariencia de la puerta y disminuye su durabilidad. Es útil saber cómo eliminar el óxido de las superficies metálicas mediante una combinación de métodos que brinden resultados positivos con solo un poco de tiempo y esfuerzo.
Paso 1: raspa el óxido
El óxido se puede eliminar eficazmente con un cepillo de alambre. Frote suavemente las áreas oxidadas de la superficie de la puerta. Tenga cuidado de no restregar la puerta demasiado profundamente, ya que dejará rasguños. Ayuda si se cepilla en círculos pequeños. Es probable que elimine parte de la pintura mientras frota. Sin embargo, puedes repintar la puerta una vez que haya quitado todo el óxido y haya limpiado la puerta.
Paso 2: aplique papel de lija
Esto complementa los esfuerzos realizados con el cepillo de alambre. Tome una pequeña porción de papel de lija y frote las áreas afectadas con un movimiento circular. Una vez que elimine el óxido de un área, pase a otra área hasta que se elimine todo el óxido. Lije la mayor cantidad de óxido posible ya que esto ayuda a prevenir una recurrencia. Utilice un cepillo suave para limpiar todo el polvo, la suciedad y los desechos.
Paso 3: usa vinagre
Usa una esponja para aplicar un poco de vinagre sobre los restos de óxido. Deje unos 30 minutos para que el vinagre disuelva el óxido. Si el óxido resulta persistente, vuelva a aplicar más vinagre y deje más tiempo para que el vinagre sature el área y disuelva el óxido restante.
Paso 4 – Aplicar bicarbonato de sodio
Si aún ve rastros de óxido, aplique una pasta hecha de bicarbonato de sodio y agua. Aplique la pasta directamente sobre las áreas afectadas y espere unos 30 minutos para que la mezcla actúe. Limpia la pasta con un paño suave.
Paso 5: limpiar la puerta
Use un detergente común y agua para limpiar la puerta de suciedad, partículas de óxido y cualquier otro resto sobrante. Enjuague bien y luego seque con una toalla vieja. Deje que la puerta se seque al aire.
Paso 6: aplique sellador de óxido
Es una buena idea sellar la puerta para prevenir la recurrencia de óxido aplicando un sellador de óxido sobre toda la superficie de la puerta. Espere unos días para permitir que el sellador se absorba en el metal antes de aplicar pintura.
Consejos
Esté alerta a las manchas decoloradas en su puerta. Esto indica el desarrollo de óxido. Es mejor aplicar el tratamiento lo antes posible, ya que esto ralentiza el progreso del desarrollo de óxido. Por lo general, el papel de lija o un cepillo de alambre son adecuados para las pequeñas manchas de óxido.
Ayuda si limpia la puerta con regularidad. Esto facilita la detección de óxido. También debe mantener la puerta libre de humedad, ya que esto fomenta la oxidación.