La familia Spencer, en la que nació la difunta Diana de Gales, es a la vez conocida y discreta. La princesa tenía tres hermanos de los que el más célebre es el pequeño, quien heredó el título familiar, el conde Spencer, que ha tenido varios hijos de diversos matrimonios. Sin embargo, la avidez de los medios británicos ha hecho que en los últimos años esos hijos, ya adultos, se conviertan en protagonistas de reportajes fotográficos y campañas de moda. Si bien los genes les acompañan, lo cierto es que el empujón mediático también viene muy bien para mantener el legado de la familia. Ahora son otras dos jóvenes, lady Eliza y lady Amelia, quienes vienen a perpetuar la que es una de las sagas con más alcurnia de todo el Reino Unido desde que el primer conde Spencer fuera nombrado como tal por Enrique VIII en 1519.
Las dos ladys (lo son por nacimiento, al ser hijas de conde, uno de los más altos títulos de la aristocracia británica) tienen 28 años y estos días son la comidilla de su país natal porque protagonizan por primera vez una portada, en este caso la de la revista Tatler, centrada en la aristocracia y la alta cuna británica. Las dos, delgadas, rubias y de ojos claros, protagonizan titulares por su posado y también al hablar de su familia y de la fallecida lady Di. “Siempre la conocimos simplemente como nuestra tía”, dicen al referirse a la hermana menor de su padre. “Siempre hizo un esfuerzo por conectar con nosotras y tenía un gran talento leyendo los corazones de los niños”.
Unas edulcoradas declaraciones de quienes apenas tienen recuerdo de su tía. Ellas nacieron en julio de 1992 y Diana murió en septiembre de 1997, por lo que entonces tenían apenas cinco años. Reconocen que lo que más tienen en mente fue el sufrimiento que esos días pasó su padre, pero que fue cuando crecieron cuando comprendieron el significado de la pérdida de su tía en todo el mundo. Sí recuerdan un momento en el que, paseando con ella por una playa, se les acercó un fotógrafo. “Para nosotras podía haber sido bastante aterrador, porque éramos muy pequeñas y no sabíamos qué pasaba, pero ella lo convirtió en un juego para ver quién conseguía volver más rápido al coche”, rememoran en la entrevista. “Era increíble cómo nos protegía y nos hacía sentir seguras y no tener miedo”.
Eliza y Amelia eran hasta ahora prácticamente desconocidas. Se las había visto en las bodas de sus primos, Guillermo y Enrique, donde llamaron la atención al ir juntas, o con su hermana Kitty. Ella, año y medio mayor que las gemelas, era la más mediática de los sobrinos de la difunta Diana de Gales, y ha llegado a trabajar para marcas como Dolce&Gabbana o Bulgari y a protagonizar una campaña turística en Puerto Banús, Málaga.
Sin embargo, poco se sabía y se sabe sobre estas dos jóvenes que parece que pretenden llegar para quedarse. Junto a su hermana mayor Kitty, de 30 años, y su hermano menor, Louis, ya vizconde (título que toma el heredero varón de un conde), de 26 años, son los cuatro hijos que el conde tuvo con su primera esposa, Victoria Lockwood, con quien se casó en 1989. Juntos y con su familia decidieron mudarse a Sudáfrica, pero en 1997, cuando falleció Diana, volvieron. Ese mismo año, en diciembre, finalizaron su divorcio, que ya estaba en marcha. Charles volvió a casarse cuatro años después, en 2001, esta vez con Caroline Hutton –con ella tuvo dos hijos, el honorable Edmund y lady Lara– y de quien se separó en 2007. En el año 2011 volvió a casarse con quien todavía es su esposa, Karen, con quien tiene una hija de ocho años, lady Charlotte Diana.
Los más pequeños, aún menores de edad, son menos conocidos, pero las jóvenes Eliza y Amelia estaban tardando en salir a la palestra. Más allá de la entrevista, poco se sabe de ellas, más que no tienen profesión conocida aunque ahora han fichado como modelos por la conocida agencia Storm. Ambas tienen parejas: lady Eliza sale con Channing Millerd, que tiene un hijo de una anterior relación con el que ambos suelen retratarse en sus redes sociales. Mientras, lady Amelia se comprometió hace seis meses con el entrenador y asesor deportivo Greg Mallett, con quien piensa en casarse próximamente o en Sudáfrica o en la finca familiar de Althorp, donde también se han criado. Para celebrarlo hicieron una sesión de fotos exclusivas con otra revista británica. Otro síntoma que demuestra que las jóvenes tienen le tienen a la fama poco miedo y muchas ganas.