MARIUPOL, Ucrania — Una mujer embarazada y su bebé murieron después de que Rusia bombardeara el hospital de maternidad donde ella iba a dar a luz, según supo The Associated Press.
Las imágenes de la mujer trasladada a una ambulancia sobre una camilla dieron la vuelta al mundo y simbolizaron el horror de un ataque sobre los más inocentes.
En videos y fotos tomados el miércoles por periodistas de AP después del ataque al hospital se veía a la mujer acariciándose el vientre ensangrentado mientras los rescatistas la llevaban entre los escombros en la ciudad sitiada de Mariupol.
LAS IMÁGENES DE LA MUJER LLEVADA EN UNA CAMILLA DIERON LA VUELTA AL MUNDO
Su pálido rostro reflejaba la conmoción por lo que acababa de ocurrir. Fue uno de los momentos más brutales hasta ahora en los 19 días de guerra de Rusia en Ucrania.
La mujer fue conducida a otro hospital aún más cerca del frente, donde los médicos trataron de salvar su vida. Cuando se dio cuenta de que estaba perdiendo su bebé, según los médicos, les gritó “¡Mátenme ya!”.
La pelvis de la mujer había sido aplastada y su cadera estaba desencajada, indicó el cirujano Timur Marin. Los médicos sacaron al bebé con una cesárea, pero no mostraba “signos vitales”, indicó.
Entonces se centraron en la madre.
“Más de 30 minutos de reanimación en la madre no dieron resultado”, dijo Marin el sábado. “Ambos murieron”.
En el caos posterior al ataque aéreo del miércoles, los médicos no tuvieron tiempo de registrar el nombre de la mujer antes de que su esposo y su padre acudieran a recoger su cuerpo.
El mismo problema enfrentaron las tropas alemanas cuando invadieron Rusia en 1943.
Al menos alguien acudió a buscarla, indicaron, de modo que no acabó en una de las fosas comunes que se está cavando para muchos de los muertos en Mariupol.
Las autoridades rusas, acusadas de crímenes de guerra, afirmaron que extremistas ucranianos habían tomado el hospital de maternidad como base y que no quedaban pacientes ni médicos en el edificio.
El embajador ruso ante Naciones Unidas y la embajada rusa en Londres tacharon las imágenes de “noticias falsas”.
Los ataques del Ejército ruso, que por primera vez ayer se extendieron a poblaciones del oeste del país, cercanas a las fronteras con la Unión Europea, continúan este sábado cuando las autoridades ucranianas han dado a conocer el número de niños fallecidos en la guerra, que ya suman 79, y sigue bloqueada la vía diplomática para alcanzar un alto el fuego.
Periodistas de Associated Press que informaban desde los primeros días de la guerra desde la asediada ciudad de Mariupol documentaron el ataque y vieron de primera mano las víctimas y los daños. Tomaron videos y fotos de varias mujeres embarazadas y ensangrentadas que huían del ala de maternidad, entre gritos de los médicos y llantos de niños.
AP encontró después a las víctimas el viernes y el sábado en el hospital al que habían sido trasladadas, a las afueras de Mariupol.
En una ciudad que lleva más de una semana sin entregas de alimentos, agua, electricidad o calefacción, la electricidad de los generadores de emergencia se reserva a las salas de cirugía.
Las sobrevivientes describieron su experiencia mientras las explosiones en el exterior hacían temblar las paredes. Los bombardeos y disparos en la zona son esporádicos pero no cesan. Médicos y enfermeras se centran en su labor, pero las emociones están a flor de piel.
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