Las defensas antiaéreas de Emiratos Árabes Unidos (EAU) han destruido dos misiles balísticos lanzados contra Abu Dabi, la capital, a primera hora de este lunes, ha informado el Ministerio de Defensa emiratí. Las autoridades atribuyen el ataque a rebeldes Huthi de Yemen, quienes ya se responsabilizaron de la operación que hace una semana causó tres muertos y seis heridos. En esta ocasión, no hay noticias de víctimas, pero refleja una peligrosa espiral de represalias.
Algunos residentes en Abu Dhabi vieron inusuales fogonazos en el cielo sobre las cuatro y media de la mañana, según recoge el diario local The National. Imágenes difundidas en las redes sociales muestran el resplandor y unos puntos de luz que parecen misiles interceptores. El incidente ha interrumpido el tráfico en el aeropuerto internacional durante una hora.
El comunicado militar, difundido por la agencia estatal de noticias, Wam, afirma que “el ataque no causó víctimas, porque los fragmentos de los misiles balísticos cayeron en diferentes áreas alrededor de la capital”. Además, subraya que EAU “está preparado para hacer frente a cualquier amenaza y que tomará todas las medidas necesarias para proteger al estado de todo tipo de ataques”.
Un portavoz de los Huthi, Mohammed Abdulsalam, ha tuiteado poco después que el grupo había lanzado “una operación militar contra EAU y Arabia Saudí”, sin dar más detalles. La coalición militar que dirige este país ha anunciado la destrucción de un misil balístico dirigido contra Dhahan al Janub, también a primera hora del lunes.
عاجل
القوات المسلحة اليمنية تكشف خلال الساعات القادمة عن تفاصيل عملية عسكرية في العمق الامارتي والسعودي
— محمد عبدالسلام (@abdusalamsalah) January 24, 2022
Pero a diferencia de Abu Dhabi, esa ciudad saudí se encuentra cerca la región de Yemen controlada por los Huthi y la zona fronteriza viene siendo objeto de frecuentes bombardeos desde que Riad intervino en la guerra civil del país vecino en marzo 2015. La coalición militar que lidera Arabia Saudí respalda al Gobierno yemení de transición que los rebeldes desalojaron unos meses antes, pero se ha convertido en una guerra por interposición entre Arabia Saudí y su rival Irán, que apoya a los insurgentes.
Aunque EAU retiró la mayoría de sus fuerzas de Yemen en 2019, ha seguido patrocinando milicias dentro del país. Los Huthis mencionaron la intervención de estos grupos en los últimos combates, que les han arrebatado territorio, para justificar el bombardeo que llevaron a cabo contra Abu Dhabi el lunes 17. Esta acción ha marcado un punto de inflexión y desatado una espiral de represalias.
Es la primera vez que los gobernantes de Emiratos, que se precian de su estabilidad en una región convulsa, admiten el ataque del grupo que tiene sus bases a 1.500 kilómetros de distancia. Fue además una operación más compleja de lo que inicialmente se dio a entender.
El comunicado inicial se limitó a atribuir las explosiones a “pequeños objetos voladores, posiblemente pertenecientes a drones”. Sin embargo, al día siguiente, el embajador emiratí en Washington, Yousef al Otaiba, explicó en un seminario que el ataque incluyó “una combinación de misiles de crucero, misiles balísticos y drones”, algunos de los cuales fueron interceptados y otros no. Los expertos coinciden en la dificultad de detectar y destruir los drones explosivos que cada vez con más frecuencia utilizan las milicias de la región. Emiratos Árabes ha prohibido desde entonces el vuelo de esos aparatos no tripulados, incluso para uso recreativo.
El Gobierno de Abu Dabi no ha facilitado imágenes de los lugares atacados, el aeropuerto y una zona de almacenamiento de combustible de la empresa nacional de petróleo de ese emirato (ADNOC), ni permitido el acceso de los periodistas. Sin embargo, imágenes de satélite obtenidas por la agencia de noticias Associated Press muestran que los trabajos de reparación de uno de los depósitos alcanzados aún seguían el pasado sábado.
El ministro emiratí de Exteriores, el jeque Abdullah Bin Zayed, aseguró que la osadía de los Huthi no quedaría sin respuesta. Desde entonces, la coalición ha llevado a cabo varios bombardeos, uno de los cuales causó cerca de un centenar de muertos el pasado viernes al alcanzar una cárcel en Saada, la provincia yemení bastión de los rebeldes, donde se encontraban detenidos numerosos migrantes africanos. Los insurgentes amenazaron con vengarse contra Emiratos Árabes y Arabia Saudí. Los ataques de este lunes se han producido horas antes de una reunión de la Liga Árabe en El Cairo para pedir a Estados Unidos que vuelva a designar grupo terrorista a la milicia yemení.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.