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Emisión de bonos con aval del Gobierno es un rescate para Pemex, asegura Gonzalo Monroy


La colocación de deuda en mercados internacionales por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) es en realidad un rescate financiero, de acuerdo con Gonzalo Monroy, director general del Grupo Mexicano de Energía y Construcción (GMEC).

Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, el analista energético señaló que la operación busca dotar de liquidez a la empresa y cubrir vencimientos inmediatos, que este año superan los 21,000 millones de dólares si se incluyen intereses y líneas de crédito.

“Es simplemente darle una salida a los múltiples vencimientos de deuda que tiene Petróleos Mexicanos. El más importante, obviamente, son los tenedores de bonos que tan solo en este año son más de 7,000 millones de dólares […] hablamos de una cifra que asciende a más de 21,000 millones de dólares, una cantidad que simplemente el Gobierno mexicano y el propio Pemex no son capaces de generar por cuenta propia”.

Aunque la operación fue presentada como una emisión de instrumentos denominados “notas pre-capitalizadas”, el lenguaje del prospecto financiero sugiere que el Gobierno será responsable de garantizar el pago si Pemex no cumple, por lo que destacó el elevado nivel de respaldo gubernamental como un indicio del rescate.

“Así que lo que estamos viendo —y eso es muy importante por las características del mecanismo— es un rescate financiero de la empresa, sobre todo para sus pasivos de corto plazo […] el Gobierno mexicano pagará u obligará a Petróleos Mexicanos a pagar. En palabras más simples, esto significa que si Pemex no es capaz de repagar esta deuda, el Gobierno mexicano —y tú, yo, todos nosotros— vamos a ser los que nos vamos a quedar con la cuenta para pagarla”.

Una operación con garantía del Estado mexicano

Según el director de GMEC, la colocación se realizará en Luxemburgo, denominada en dólares, y estará respaldada por las llamadas Mexico Notes, deuda soberana emitida por el Estado para garantizar el cumplimiento del pago.

“México, para respaldar esta emisión, va a emitir su deuda, las famosas Mexico Notes. Y ahí va a venir un respaldo explícito justamente del Gobierno federal, que en su tercer punto lo dice de manera muy clara: México se obliga u obligará a Pemex a pagar. En otras palabras, sí hay una garantía explícita del Gobierno mexicano detrás de esta operación”.

Monroy aclara que, desde el punto de vista financiero, este respaldo reduce significativamente el costo de endeudamiento para Pemex. Si la petrolera emitiera bonos por sí sola, enfrentaría tasas de entre 11% y 13%, mientras que, con el aval federal, se espera una tasa entre 5.5% y 6.5%, misma que calificó como “muy razonable”.

Si la colocación logra una tasa de interés por debajo del 5%, Monroy considera que sería una señal extraordinaria de confianza del mercado: “habría que darles el Premio Nobel de Economía”, ironizó.

Sin embargo, si la tasa supera el 8% o 9%, el especialista advierte que el costo financiero comenzaría a ser desproporcionado: “estaría literalmente saliendo más caro el caldo que las albóndigas”, dijo, aludiendo al riesgo de que el endeudamiento resulte más costoso que el beneficio que busca generar.



Por lo tanto, considera que habrá que esperar la respuesta del mercado a la primera colocación de deuda, prevista para agosto, y observar la tasa de interés que se logre obtener, lo cual será un termómetro real de la confianza en esta estrategia financiera.

Sobre la decisión del Gobierno de México de no aludir explícitamente a un endeudamiento, Mornoy señaló: “Tiene que ver con el costo político, porque algo que ha hecho la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum —y también su antecesor— es evitar hasta donde sea posible decir ‘emisión de deuda’. Es exactamente lo que están haciendo y no hay ningún problema en decirlo”, señaló.

El especialista planteó que la necesidad de esta emisión refleja el agotamiento del modelo energético actual de Pemex, el cual, dijo, sigue generando pérdidas millonarias, especialmente en el negocio de refinación.

“Cada litro, cada barril que sale de gasolina, de diésel, de combustóleo, de las refinerías mexicanas, todos salen con pérdidas. Esa es la razón detrás, por ejemplo, de que en 2024 los mexicanos perdimos más de 38,000 millones de dólares […] Es el símbolo, el pináculo de una serie de decisiones que no han salido bien para la petrolera mexicana”.

Foto: Archivo Cuartoscuro

Para el experto, seguir apostando por el modelo actual implicaría más intervenciones fiscales en el futuro: “Si no se replantea primero el modelo de negocio y después el modelo de gestión, pues simplemente ese tipo de rescates que vamos a estar viendo van a ser cosa de cada año de lo que resta de este sexenio”.

“El dinero simplemente no alcanza”

Monroy señaló que la deuda total de Pemex ronda los 97,000 millones de dólares, de los cuales más de 20,000 millones corresponden a proveedores y otros 70,000 millones a pasivos laborales. A esto se suman deudas a grandes contratistas como Grupo Carso, Baker Hughes y Schlumberger.

“Se han incumplido todas las promesas de pago que ha hecho la administración de la doctora Sheinbaum […] la última promesa está para octubre. Sin embargo, no hay mecanismos de pago y el dinero, como lo estamos viendo con ese rescate de Pemex, pues simplemente no alcanza”.

Aunque la emisión podría captar entre 7,000 y 10,000 millones de dólares según estiman los expertos, Monroy advirtió que esa cifra representa apenas el 10% de la deuda financiera total de Pemex y solo el 5% de todas sus obligaciones de pago, si se consideran pasivos laborales y compromisos con proveedores.

Concluyó: “Es un modelo que, hasta que no cambie, que no deje de perder dinero Pemex, pues simplemente es echarle una cubeta de agua a un océano de deudas”.

Ve la entrevista completa:



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