De lunes a domingo durante cuatro horas recorre cada una de las casas de los más de 300 alumnas y alumnos de la escuela secundaria ‘Enedino Jiménez’ en Juchitán.
Por Diana Manzo
Juchitán, Oax.- En una bicicleta y con su mochila al hombro, un hombre de tez morena con playera blanca y pantalón oscuro recorre durante cuatro horas de lunes a domingo unas 10 colonias de la ciudad de Juchitán, Oaxaca.
El maestro Alfredo López Ramírez de 60 años de edad realiza “visitas domiciliarias” como estrategia para transmitir sus clases de “Artes” a estudiantes de secundaria que no tienen internet ni celular.
Alfredo López Ramírez es hablante del zapoteco y profesor de la Escuela Secundaria General “Enedino Jiménez” desde hace 20 años imparte clases de artes a unos 350 estudiantes que conforman 17 grupos de esta institución educativa, la cual se ubica en la novena sección, una de las más rezagadas social, económica y educativamente de esta ciudad oaxaqueña, donde están asentados el mayor número de parques eólicos de México.
A pesar de estar capacitado para el uso de las plataformas virtuales, gran parte del alumnado de esta institución carece de herramientas tecnologías, por lo que el profesor decidió implementar esta estrategia para evitar la deserción escolar.
A López Ramírez no le interesa si hay calor, viento o lluvia, puntualmente a las 9:00 horas comienza el recorrido en su vehículo de dos ruedas que aunque ya está desgastado por el uso que le ha dado, le funciona idealmente para recorrer cada una de las viviendas.
Lleva consigo su carpeta de evidencias y sus fotocopias de actividades, sin olvidar su cubrebocas y el gel antibacterial, requisitos preventivos de esta “nueva normalidad” escolar debido a la pandemia de coronavirus.
Son las 9:30 de la mañana, desciende de su bicicleta, saluda e ingresa al domicilio de Luis Fernando Castillo Gutiérrez, quien estudia el primer grado de secundaria.
Saca unas fotocopias, se trata del Himno Nacional Mexicano en zapoteco, frente a su madre, le indica al joven que la actividad consiste en aprenderlo, porque es requisito de los contenidos educativos establecidos en la institución, que desde hace varios años promueve la conservación del zapoteco como lengua materna.
Para una mejor interpretación, el profesor entona el Himno Nacional frente al estudiante, de tal forma que vaya teniendo una recepción, porque en la próxima visita será Luis Fernando quien lo interprete.
Y así, pasa al siguiente contenido, en donde le explica que debe responder unas preguntas sobre la danza tradicional mexicana, que también comprende los contenidos temáticos de octubre.
Una vez concluida la explicación que demora entre 15 y 20 minutos, el profesor Alfredo nuevamente regresa a su bicicleta, se coloca la mochila al hombro y continúa su ruta.
Además de las visitas domiciliarias, también hace uso de los altavoces comunitarios para localizar a los estudiantes que por algún motivo durante su recorrido no encontró.
Para él, es importante que el conocimiento llegue, y aunque sabe que no será al 100% por las condiciones de esta contingencia sanitaria, al menos avanzará en los contenidos temáticos.
“Tuve que adaptar esta forma de trabajo para que mis alumnos sigan aprendiendo sobre la materia de Artes, no es nada fácil, pero me gusta lo que hago, me apasiona, y con mi bicicleta puedo llegar a todos los rincones, no hay nada de imposibles”.
Recorrer casa por casa, también le ha ayudado a conocer y comprobar la realidad que anteriormente “por voces y testimonios” escuchaba de sus estudiantes sobre sus condiciones de vida, y ahora lo vive como protagonista.
“Me gustaría que todos mis compañeros hicieran lo mismo, porque lo que menos deseamos es que deserten, algunos nos han dicho que prefieren perder el ciclo escolar porque no tienen un internet ni celular”.
Janeth del Carmen, madre de familia, reconoció la labor del profesor y dijo que si no fuera por su “disposición” su hijo difícilmente pudiera retomar las riendas de la educación, pues ellos por su dificultad económica no tienen acceso a internet ni a un celular inteligente con aplicaciones.
Ella es artesana y su esposo carpintero, pero por la pandemia han dejado de elaborar sus artesanías por falta y cancelación de pedidos, por lo que ahora realiza otras actividades para obtener un mínimo ingreso que se destina para alimentos.
En Oaxaca, la sección 22 del SNTE no reconoció el nuevo modelo educativo a distancia y señaló que este tipo de estrategias privilegian aún más la brecha digital y que existe entre las comunidades, principalmente las nativas donde el acceso a internet y luz eléctrica no llega y que abarca el 45% de los 900 mil alumnos, según el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo).
Una tercera parte de los estudiantes sin internet ni celular para tomar clases
El caso de Luis Fernando, estudiante de primer grado, se asemeja a lo que vive una tercera parte del alumnado de la Escuela Secundaria “Enedino Jiménez”, según el coordinador académico, Humberto Jorge Jiménez.
El profesor con más de 38 años de servicio manifiesta que “es algo inédito” lo que ocurre actualmente con la pandemia y las clases, porque anteriormente todo era presencial, sin embargo, los “agarró por sorpresa” y todo cambió.
Reconoció la labor que realiza el maestro Alfredo, quien implementó con sus propios medios la estrategia de las “visitas domiciliarias” como un vehículo que lleve la educación a los niños.
“No podemos decir que no habrá deserción escolar, eso es imposible, pero creemos en la adaptación, y uno de ellos son las estrategias de los profesores, por ejemplo, el maestro Alfredo que realiza visitas domiciliarias, cuidando las medidas sanitarias para evitar contagios, y hay otros que envían tareas a vecinos cercanos de los estudiantes porque ellos no tienen celular. Lo importante es que las clases se den, sabemos que los contenidos no se cumplirán todos, pero al menos lo primordial”, dijo.
Mientras tanto, el vaivén del pedal y las ruedas de la bicicleta que ya muestran un desgaste por su uso no dejan de girar. El maestro Alfredo está contento, en su carpeta de evidencias los resultados se miran, su meta es que los estudiantes de primer año se aprendan el Himno Nacional Mexicano en zapoteco y el resto de los grupos conozcan los bailes tradicionales de Oaxaca.