Bolivia “se acerca de manera peligrosa a una situación explosiva”; deben buscarse “salidas electorales, no militares”, indica el politólogo y jurista.
Para Daniel Zovatto, director regional de IDEA Internacional, no hay duda: en Bolivia se dio un “golpe de Estado”, en el que aunque “no hubo tanquetas, sí orden disfrazada de sugerencia”, en referencia al pronunciamiento de las Fuerzas Armadas para que Evo Morales renunciara.
En entrevista para #AristeguiEnVivo, coincidió con el canciller Marcelo Ebrard en calificar lo sucedido como un golpe de Estado; además “coincido en que hay que lamentar el silencio del secretario general de la OEA durante todo el día, pero al mismo tiempo hay que destacar el buen trabajo que hizo tanto con su misión de observación como su misión técnica de auditoría”.
Refirió que la crisis que está viviendo Bolivia es muy compleja y exige hacer un análisis minucioso, para no caer en el simplismo de aquellos que sólo consideran que ha habido golpe de Estado o aquellos que consideran que Evo era un dictador.
Comentó que el propio Evo “comenzó a producir esta crisis desde el momento que buscó, en contra de lo que preescribe la constitución, un cuarto mandato”, además de que desconoció el referéndum de 2016, el cual perdió, mientras que el proceso electoral de octubre estuvo plagado de irregularidades.
La renuncia presentada por Evo es una “salida institucional a una crisis que él mismo había creado“, mientras “la oposición, particularmente el sector radicalizado de extrema derecha, fue escalando las exigencias y eso, agravado por la posición incorrecta de las fuerzas armadas y de la policía, sugiriéndole al presidente que dejara el poder para tranquilizar la situación, es calificada esa actitud como un golpe de Estado con guante blanco”.
Sostuvo que “cuando a ti las fuerzas armadas dicen que sugieren que deje el poder, es golpe de Estado“.
Actualmente, Bolivia totalmente polarizada en dos bandos, los que apoyan a Evo y los que festejan su salida del gobierno.
Respecto de la sucesión, mencionó que hay un “vacío de poder, gran confusión e incertidumbre” en Bolivia. Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, ha dicho que ella encabezaría la Presidencia y convocaría a nuevas elecciones.
Pero la duda es ¿quién va a encabezar al MAS, el partido de Evo Morales?, y ¿quién va a encabezar la oposición? en las próximas elecciones.
Anotó que “todos los cargos electos vencen el 21 de enero 2020”, por lo que esta nueva elección tiene que llevarse a cabo y deben asumir antes de esa fecha.
“Lo que hay que evitar por un lado es el revanchismo, por el otro el racismo… evitar que Luis Fernando Camacho y el grupo más extremista propongan una transición alejada de lo que preescribe la Constitución”, expuso.
Resaltó que las Fuerzas Armadas y la policía están autorreguladas “porque no hay ninguna autoridad con mandato constitucional”. Incluso, señaló que Evo formalmente sigue siendo el presidente mientras el Congreso no conozca la renuncia.
Bolivia “se acerca de manera peligrosa a una situación explosiva”, advirtió. Un gobierno de transición debe “buscar una salida constitucional, con respeto al estado de derecho y a todas las personas incluido a Evo”; también se debe “evitar cacería de brujas y evitar revanchismos”.
Por otra parte, Zovatto ve bien que México siga honrando su tradición en materia de asilo y lo ofrezca a funcionarios bolivianos e incluso al mismo Evo.
“Cuidado con pensar que uno acaba con estos movimientos en 24, 48 horas porque eso termina polarizando nuestras sociedades. Necesitamos buscar diálogo, respeto a la constitución y salidas electorales no militares“, concluyó el politólogo y jurista, experto en democratización, elecciones y gobernabilidad.