Dado que el acuerdo de coalición no establece nuevos límites de velocidad, Reuther y el FDP dicen que sienten que el problema está resuelto, al menos hasta el próximo gobierno.
Establecer límites de velocidad sería un paso fácil, aunque modesto, para ayudar a alcanzar los objetivos de emisiones del país, según Swantje Henrike Michaelsen, legisladora verde y miembro del comité de tráfico parlamentario. Pero, dijo, “se ha convertido en un símbolo deslumbrante en la política”.
Su partido había optado por centrarse “en el progreso que podemos hacer juntos”, en lugar de impulsar el tema divisivo, agregó.
Con el miembro dominante de la coalición, el Partido Socialdemócrata, jugando más un papel de mediador, parece que las cosas seguirán como están. “Es una especie de pacto de no agresión que estamos viendo entre los miembros de la coalición que es especialmente importante cuando se trata de posiciones ideológicas”, dijo el profesor Schroeder, politólogo.
A medida que empeora la crisis energética, el tema del límite de velocidad podría causar tensión dentro de la coalición, pero es poco probable que la rompa, dicen los expertos, especialmente porque otras medidas pueden hacer más para ahorrar emisiones, como pasos concretos para reducir las emisiones que se están discutiendo como parte de las negociaciones presupuestarias esta semana en el parlamento.
Para el Partido Democrático Libre, la conducción sin límites de velocidad es un tema importante para su base, que sesga a ricos, bien educados y privilegiados. Como el socio más pequeño de la coalición, el partido es el miembro gobernante más vulnerable y, según los analistas políticos, eso significa que debe tener especial cuidado al renunciar a sus posiciones, sin importar cuán simbólicas sean.
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