El exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona dijo que una guerra arancelaria hubiera sido demoledora para ambos países, pero México habría sido “el primero en caer”.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, llegó sin datos a la negociación del pasado fin de semana con Estados Unidos, lo que refleja que en el gobierno de México “hay un extraordinario caos” en materia migratoria, afirmó el exconsejero del Instituto Federal Electoral (IFE), Alfredo Figueroa.
En la Mesa de Análisis de #AristeguiEnVivo, observó que el presidente Estados Unidos, Donald Trump, juega a una lógica que tiene que ver con sus propios intereses y su estrategia para intentar ganar las próximas elecciones.
“Me da la impresión de que Marcelo Ebrard ha dado cuenta de todo lo que se acordó, y en eso, hay un conjunto de misterio y asuntos que tienen que ver con la forma en que se va a evaluar a los 45 días la nueva política migratoria policial y militar que el gobierno de la república va a desarrollar”, expuso.
Refirió que Ebrard llegó a la negociación con Estados Unidos sin datos sobre migración, lo cual “nos dice que hay un extraordinario caos al interior del gobierno de México en términos de cómo entender la política migratoria”.
“Aceptar un plazo de 45 días para hacer una evaluación cuando no se tienen datos ni nombres y una extraordinaria incapacidad interna es por lo menos riesgoso“, agregó.
Por otra parte, apuntó, “hay muchas evidencias, como en distintos sectores, este gobierno, al que se festinó, en términos del tipo de presupuesto que empleó, hay un conjunto de recortes que se están haciendo, incluidos estos temas, que están teniendo consecuencias no deseadas de la acción“.
El pasado martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacó del bolsillo de su saco una hoja de papel doblada la cual, según él, es una página del supuesto acuerdo secreto “muy largo y muy bueno” con México.
Aunque se negó a dar detalles sobre su contenido, el mandatario dijo que podría entrar en vigor cuando él quisiera.
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Figueroa afirmó que “estamos ante un tipo de actitud fascista del presidente de Estados Unidos”, porque es una forma de populismo que en realidad plantea la reducción de los derechos de las personas.
Por su parte, el ex procurador fiscal de la federación, Gabriel Reyes Orona señaló que los gobiernos de Estados Unidos recurren a esta mezcla de temas cuando no quieren revelar el problema de origen.
Comentó que la guerra arancelaria hubiera sido demoledora para los dos países, pero sin duda, México hubiera caído primero porque el estrago comercial habría sido devastador porque implicaría un cambio significativo en el tipo de cambio, en la inflación y en las tasas de interés.
“Cuando Trump plantea una guerra de esta naturaleza, sabe que va a haber una lesión a la economía americana, pero sabe que México no soportaría los principios de esta batalla… Entonces, parece que esta nueva certificación que nos van a hacer en temas migratorios era mejor que una guerra comercial; sin embargo, no debemos de quedarnos ahí, tenemos que verlo un poquito más allá, porque lo que tenemos que ver es qué es lo que quiere y lo que está en la mente del presidente norteamericano para poder analizar este tema de manera conjunta”, abundó.
Desde el punto de vista de Reyes Orona, la renegociación con Estados Unidos “es una chamba de cohetero para uno de los tres que podrían ser presidenciables”: Marcelo Ebrard.
“Ahora la agenda internacional, la que está en la mesa de negociación, es la que él puede imponer en varios sectores, que son fundamentalmente el comercial, el hacendario, el migratorio, anulando completamente a la Secretaría de Gobernación”, explicó.
El experto en temas fiscales consideró que para tener una vigilancia absoluta de las fronteras, México requiere de algo similar al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (Homeland Security), que controle a personas, capitales y efectos o mercancías.
“Cuando tengamos ese equivalente al Homeland Security vamos a tener un interlocutor, y a lo que nos va a llevar es que vamos a tener una especie de acuerdo con los Estados Unidos, y quizá con Canadá, que va a establecer mecanismos de colaboración o de coparticipación que va a permitir un tema que es obviamente más delicado, que es el Plan Mérida”, explicó.
Figueroa consideró que con el acuerdo que se realizó el fin de semana se ha ganado tiempo, pero a su vez, “se ha comprometido un proceder vinculado a una evaluación en la que México solamente será consultado“.
A continuación la Mesa De Análisis: