MCALLEN, Texas – Agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector Río Grande Valley (RGV, por sus siglas en inglés) dieron detalles la interrupción de tres intentos recientes de contrabando de migrantes, operativos que resultaron en 10 arrestos.
En uno de los incidentes, una madre y su hijo fueron hallados en la cajuela de un vehículo en el puesto de control de la Patrulla Fronteriza de Falfurrias (FLF).
El 4 de febrero, la Estación de la Patrulla Fronteriza de McAllen (MCS) recibió información sobre una camioneta Ford Explorer verde que recogía a posibles indocumentados cerca de Mission. Un agente de MCS localizó el vehículo e intervino a sus ocupantes. El conductor y cuatro pasajeros se encontraban sin permiso para estar legalmente en el país. Los migrantes eran ciudadanos de México y El Salvador. Todos fueron transportados a la estación para ser procesados, según informó MCS.
Mientras que un día después, el 5 de febrero, los agentes que trabajaban en el puesto de control de FLF refirieron un vehículo al área de inspección secundaria luego de una alerta canina. Ahí, una mujer y su hijo de cuatro años fueron descubiertos escondidos en la cajuela del vehículo.
Ambos eran ciudadanos de México que se encontraban irregularmente en Estados Unidos, dijeron las autoridades migratorias. El conductor, un ciudadano estadounidense, y dos hombres mexicanos fueron detenidos y escoltados hasta el puesto de control. Se descubrió que la madre y su hijo habían estado viajando en la cajuela durante más de una hora antes de llegar al puesto de control.
Más tarde esa misma noche, un agente de RGV intentó detener un vehículo Dodge Charger cerca de Encino. El vehículo no cedió y llevó a los agentes a una persecución que terminó cuando el conductor se salió de la carretera. En ese momento los agentes observaron que varias personas huían hacia la maleza. Un ciudadano salvadoreño fue detenido en las cercanías. El conductor no fue localizado.
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