El Papa Francisco, en su mensaje de Navidad del sábado, lamentó la creciente polarización en las relaciones personales e internacionales y dijo que solo el diálogo puede resolver conflictos que van desde disputas familiares hasta amenazas de guerra.
En su mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), pidió a las personas y a los líderes mundiales que se hablen entre sí en lugar de aislarse, un distanciamiento que, según él, se ha agravado con la pandemia de Covid-19.
“Se pone a prueba nuestra capacidad de relaciones sociales, se refuerza la tendencia a cerrarse, a valerse por uno mismo, a renunciar a salir, a encontrarse, a colaborar”, dijo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro en una Navidad lluviosa y ventosa en Roma.
También a nivel internacional existe el riesgo de evitar el diálogo, el riesgo de que esta compleja crisis lleve a tomar atajos en lugar de emprender los caminos más largos del diálogo.
“Pero son estos, en realidad, los únicos que conducen a la solución de los conflictos y a beneficios compartidos y duraderos”, dijo.
Francisco, que cumplió 85 años la semana pasada, enumeró conflictos, tensiones o crisis en Siria, Yemen, Israel, los Territorios Palestinos, Afganistán, Myanmar, Ucrania, Sudán, Sudán del Sur y otros lugares.
“Vemos todavía muchos conflictos, crisis y contradicciones. Parece que no terminan nunca y casi pasan desapercibidos”, dijo hablando desde el mismo balcón donde apareció por primera vez al mundo como Papa luego de su elección el 13 de marzo de 2013.
“Nos hemos habituado de tal manera que inmensas tragedias ya se pasan por alto; corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas”, dijo, hablando a una multitud inusualmente pequeña debido a las restricciones de Covcid-19 y el clima.
El pontífice invitó a pedir “la fuerza de abrirnos al diálogo”.
“En este día de fiesta – agregó el Papa – le imploramos que suscite en nuestros corazones anhelos de reconciliación y de fraternidad”, apuntó.
Reuters
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