La policía francesa montó estrictas medidas de seguridad este miércoles alrededor del Palacio de Justicia, en el centro de París, para el juicio en contra de 20 sospechosos de estar involucrados en una serie de ataques yihadistas en la capital hace casi seis años.
Unas 130 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando varios hombres atacaron con armas y chalecos suicidas seis bares y restaurantes, la sala de conciertos Bataclan y un estadio deportivo el 13 de noviembre de 2015, dejando profundas cicatrices en la psique de la nación.
Más de mil policías se dedicarán a garantizar la seguridad del juicio y todas las personas a las que se permita la entrada a la sala del tribunal tendrán que pasar por varios puestos de control.
“La amenaza terrorista en Francia es alta, sobre todo en momentos como el juicio de los atentados”, dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin, a la radio France Inter.
Foto: Ian Langsdon | EFE
Las camionetas que se cree transportan a algunos de los acusados salieron de la prisión de Fleury-Merogis, al sur de París, antes del juicio, cuyo comienzo está previsto para las 12:30 hora local (1030 GMT).
“Es importante que las víctimas puedan ser testigos, puedan contar a los perpetradores, a los sospechosos que están en el estrado, sobre el dolor”, dijo a Reuters Philippe Duperron, cuyo hijo Thomas, de 30 años, murió en los ataques.
“También estamos esperando ansiosos, porque sabemos que cuando empiece este juicio volverá a la superficie el dolor, los hechos, todo”, dijo Duperron, quien es el presidente de una asociación de víctimas y testificará en el juicio.
El juicio durará nueve meses, con cerca de mil 800 demandantes y más de 300 abogados participando en lo que el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, describió como un maratón judicial sin precedentes.
Reuters
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