Ícono del sitio La Neta Neta

En una habitación nido y otras experiencias hoteleras

La pulsión de viajar asalta nuestro ánimo de cuando en cuando. A veces aparece como necesidad apremiante, otras como un sueño lejano. Hoy las vías futuras de ser viajero son de las cuestiones más debatidas en los foros económicos, los zooms de la industria turística, los webinars de expertos y los teams de los analistas de futuribles. El rastreo persistente de vivencias vibrantes, siempre diferentes, es la consigna común y la conclusión más recurrente que aportan. Más allá de los viajes digitales o a través de los libros, estos foros hablan de corredores de seguridad y de una nueva exclusividad en la que se excluyan, principalmente, las masas de turistas.

¿Dónde quedaron los matadores de brújulas? “Ya para entonces me había dado cuenta de que buscar era mi signo, emblema de los que salen de noche sin propósito fijo, razón de los matadores de brújulas”. La frase de Julio Cortázar ha cobrado un valor renovado, se anima a los deseosos viajeros a construir nuevos caminos y a no seguir guías previsibles. Algunas de las propuestas que responden a las inquietudes más avanzadas sobre viajar las están dando diseñadores y arquitectos mediante proyectos que aluden a las cuestiones esenciales y existenciales que nos atañen hoy: la protección, el refugio, la cabaña. Miradores de gran altura, atalayas desde las que observar horizontes, cavernas para meditar y reflexionar. Así son estos nuevos espacios, remansos de paz en la naturaleza, entre la protección de bosques y montañas, cuevas sin luz natural, nidos espejados en las copas de altos árboles. Este es un breve retrato de los lugares que atrapan nuestra imaginación, un reflejo de nuestra ansia por volar y, al mismo tiempo, por seguir guareciéndonos de las inclemencias pandémicas.

‘Suite’ doble del hotel Vivood, en Benimantell (Alicante).

El paisaje, protagonista

Como pájaros avistamos nuestras posibilidades de alzar el vuelo, viajar.

El Treehotel en Suecia, ubicado en Harads, frente al bosque ártico, es uno de los hoteles más instagrameados y con listas de espera desde su apertura. Sus habitaciones están en cabinas suspendidas en árboles, cada una con un nombre que se corresponde con su forma y función: The Mirrorcube, Bird’s Nest, The Blue Cone, The Cabin, The Ufo, The 7th Room y Dragonfly. Han sido proyectadas por diferentes estudios de arquitectura y diseñadores de interiores como Snøhetta, Tham & Videgård Arkitekter, Cyrén & Cyrén, Sandell Sandberg o Bertil Harström, y están gestionadas por Brittas Pensionat, un hotel local. Las más deseadas son Bird’s Nest (el nido) y el complejo de dos habitaciones The 7th Room, cuyas fachadas están cubiertas por espejos y que seduce con los reflejos propiciados por la poderosa naturaleza circundante.

En España, Vivood cumple todas las máximas de enlace sostenible con la naturaleza, mimetizado en pleno bosque del valle de Guadalest, en Alicante. El diseño es de los arquitectos y paisajistas Daniel Mayo, Agustín Marí y Pablo Vázquez, que además lo gestionan. El hotel es invisible. Sus amplias fachadas acristaladas muestran la naturaleza en todo su esplendor desde dentro; desde fuera, se expande y la reproduce a través de los reflejos de la luz.

Este viaje a los nuevos cobijos para exploradores podría ser arropado por la colección de moda de la arquitecta Raquel Buj denominada Nidos, una fórmula de materiales sostenibles y envolventes. O introducirnos en los refugios oníricos del mobiliario nido para el hogar del diseñador Nacho Carbonell.

Una de las habitaciones cueva de XUQ, alojamiento ubicado en la localidad albaceteña de Jorquera.

Refugios en la roca

Dentro de la tierra, cobijos que nos abrigan y abrazan, una vuelta a la caverna primigenia.

En las míticas laderas del monte Ziria o Cilene, en la península griega del Peloponeso, se ha levantado un nuevo resort, Hyades Mountain. Este ha reproducido una cueva-refugio diseñada por Tenon Architecture. Finalizado en 2020, su espacio principal sigue las líneas rocosas de una caverna, pero acabada en madera. La calidez de la cavidad se ha logrado con formas esculturales sinuosas trabajadas artesanalmente.

Instalaciones del ‘resort’ Hyades Mountain (Grecia).

En España, el hotel XUQ, en la provincia de Albacete, va creciendo años tras año. Víctor Pinedo y Fernando Monteagudo pusieron en marcha este alojamiento rural en las casas cueva de Jorquera hace cuatro años. El éxito les ha hecho ampliar las instalaciones, siempre con la determinación de contener en sus espacios piezas de diseño, ambientes contemporáneos cavernosos que incluyen pequeñas albercas y el agua como relax, no solo la del caudal del río Júcar. Las habitaciones cueva son bioclimáticas y sostenibles; sin necesidad de gastar energía, mantienen una temperatura constante de 20 grados, tanto en invierno como en verano.

Cada año se abren nuevas rutas para senderistas junto al río y en las cercanas aldeas de Cubas, Maldonado o Alcozarejos, también excavadas en las montañas. Un complemento perfecto para quienes se animen a descubrir la esencia y la forma de vivir en tiempos remotos.

Encuentra inspiración para tus próximos viajes en nuestro Facebook y Twitter e Instragram o suscríbete aquí a la Newsletter de El Viajero.




Source link

Salir de la versión móvil