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Endesa eleva un 22% la inversión hasta 2030 y la sitúa en 31.000 millones



Logo de Endesa, en la sede corporativa, en Madrid.Andrea Comas (Reuters)

Endesa invertirá 31.000 millones de euros hasta 2030 para incrementar su producción de electricidad a partir de fuentes renovables y para mejorar su red de distribución. La cifra, incluida en el nuevo plan estratégico de la eléctrica española, está un 22% por encima de la prevista para el mismo periodo en el plan anterior. Después de que su matriz, la italiana Enel, actualizase el miércoles sus previsiones para los próximos años, la española ha anunciado sus planes este jueves, que la conducirán a abandonar antes de 2040 toda la producción a partir de tecnologías que emitan CO₂, de modo que abandonará tanto la producción a base de carbón (en 2027) y de gas (antes de 2040) y su comercialización, para ser para esa fecha una compañía ligada al 100% a fuentes renovables. Entre ellas estará el hidrógeno verde, para lo que se alía con Cepsa e IQE (Industrias Químicas del Ebro) para aprovechar los fondos europeos.

La compañía apunta que el aumento de la inversión se hace para aprovechar las oportunidades derivadas tanto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) aprobado por el Gobierno, como de la nueva estrategia Fit For 55 de la Unión Europea, que pretende la reducción en un 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero compromiso para 2030. De los 31.000 millones, 12.000, un 20% más de lo previsto en el plan anterior, irán destinados a aumentar el parque generador renovable hasta alcanzar 24.000 megavatios (MW), lo que supone casi triplicar los 8.300 MW renovables con los que pretende cerrar 2021. Así, la empresa afirma que al cierre del periodo la “producción con fuentes limpias se multiplicará por cuatro, hasta 48 teravatios/hora, y la proporción de generación peninsular libre de emisiones alcanzará el 95%”. En esta senda, será clave el abandono total del carbón para 2027.

Como consecuencia de la salida del negocio del gas, Endesa tiene planes de entrar en el de hidrógeno verde, para lo que ha firmado alianzas con Cepsa e IQE (Industrias Químicas del Ebro), según ha desvelado el consejero delegado, José Bogas, a los analistas en la presentación del nuevo plan estratégico. La alianza consiste en desarrollar el hidrógeno verde para producir electricidad en las plantas de dichas empresas, en concreto en las refinerías de Algeciras y Huelva, en un caso, y en la química de Zaragoza, en el otro. De momento, solo existe un proyecto en Algeciras en el que son socios Cepsa y Endesa al 50%. La inversión está pendiente de la ejecución de los fondos Next Generation, al igual que otros proyectos presentados por Endesa.

Del total de inversión para la década 2021-2030, otros 12.000 millones —el 40%— irá destinado a la digitalización y modernización de la red de distribución, para mejorar la seguridad y calidad del suministro y hacer la red “más eficiente y flexible” para asumir la nueva producción renovable y adaptarse a las “nuevas necesidades de los clientes”. A cierre de 2030, Endesa aspira a tender 13,1 millones de usuarios de su red, un 6% más que ahora.

Finalmente, hasta el final de la década, la compañía que dirige José Bogas anuncia que invertirá 4.100 millones en el negocio de comercialización y en Endesa X, la sociedad creada para impulsar nuevas soluciones para empresas y particulares en relación con el coche eléctrico y las nuevas necesidades. Con esta inversión pretende aumentar un 23% el número de clientes del mercado libre, hasta 6,9 millones, y tender desplegados 400.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos al final de la década.

2022-2024

En el corto plazo, para los tres próximos ejercicios, Endesa ha anunciado una senda continuista en cuanto al volumen de inversión programada destinando 7.500 millones a su crecimiento en la Península Ibérica entre 2022 y 2024, 400 millones menos que los previstos inicialmente. 3.100 millones irán para instalar 4.000 MW de potencia renovable —90% solares y 10% eólicos—, para llegar en 2024 a 12.300 MW instalados. Esta nueva potencia limpia superará ampliamente la reducción de la de origen térmico por el cierre de centrales de carbón en la Península Ibérica (cuatro centrales en España y una en Portugal). Otros 2.900 millones irán para la digitalización de la red, para “reducir tanto el número de interrupciones como la duración de las mismas, en un 10% y un 25%, respectivamente”, 500 al negocio de comercialización y 220 para la “electrificación de usos energéticos” (EndesaX), de los cuales 100 millones será para instalar puntos de recarga de vehículos eléctricos, para tener 46.000 al cierre de 2024.

La inversión prevista en este plan 2022-2024 va a permitir un crecimiento tanto del ebitda como del beneficio neto del 18%, hasta 4.700 millones y 2.000 millones, respectivamente. Este crecimiento estará fundamentado sobre el despliegue de nueva potencia renovable, la mejora del contexto de mercado, y el mejor comportamiento esperado del negocio de comercialización de luz y gas sobre la base de la tendencia a la electrificación y nuestra propia estrategia comercial.

Endesa confirma la política de dividendo del 80% de los beneficios en 2021 y el 70% para el periodo 2022-2023, extendiendo ese mismo pay out un año más hasta 2024, lo que supone un reparto previsto de 5.350 millones. La empresa mantiene así su política de dividendo adaptada al perfil de crecimiento derivado de este plan estratégico.

El endeudamiento crecerá previsiblemente de manera muy moderada entre 2022 y 2024. A cierre del presente ejercicio se situará entre 9.500 y 10.500 millones, rango que dependerá del impacto final que tengan en el capital circulante de la compañía las extraordinarias condiciones del mercado de este año y las medidas fiscales y regulatorias adoptadas por el Gobierno para contener el alza de los precios eléctricos. A partir de 2022, la inversión prevista y el pago de dividendos estimado se cubrirán con el flujo de caja en su mayor parte, llevando el aumento de la deuda a unos 300 millones adicionales, que situarían el pasivo total en alrededor de 10.700 millones al final del plan. Todo ello en un contexto en el que Endesa prevé beneficiarse de un coste de la deuda en niveles mínimos históricos, pasando de un promedio del 1,5% en 2021 a un 1,4% en 2024.


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