Se presenta el Movistar, duodécimo año de la M en el pelotón mundial, y Alejandro Valverde dice: “Ya está bien, no hay vuelta atrás, no hay necesidad de alargar más, no tiene sentido, voy ya para 42, mi ciclo está completo”. 2022 será el año de despedida del gran campeón del ciclismo español, que correrá el Giro, piensa que la mejor despedida será ganar una etapa en la Vuelta y celebrar su cumpleaños con una quinta Lieja con la que rompería a su favor el empate con Eddy Merckx de victorias en las clásicas de las Ardenas, y quiere que se le recuerde “como un gran ciclista que ha hecho disfrutar y ha disfrutado mucho, como una gran persona y un gran deportista que lo ha dado todo”.
Adiós, Valverde. Todos los focos para Enric Mas (Artà, Baleares, 1995), dos veces segundo en la Vuelta, quinto y sexto en dos Tours. Protagonista único por fin de un equipo que se ha ganado a la afición joven, y su respeto, no por las proezas de sus corredores sino por el atractivo único de la serie de Netflix que todos los años resume sin filtros ni censura su vida íntima y sus disputas. Y se escucha un clamor cuando el presidente de Telefónica, y dueño del equipo, José María Álvarez Pallete, anuncia que en nada se estrenará la tercera temporada.
Y ahí está Mas, aspirante a subir varios escalones en el escalafón.
Pregunta. Acaba de cumplir 27 años, ya no es un niño.
Respuesta. Pasan rápidos los años, pero no, no he pensado en que tengo ya esta edad, no me ha hecho reflexionar. Pienso igual que cuando tenía 23 o 24. Es igual.
P. Como Indurain ganó su primer Tour a los 27, esa edad ha quedado ya fijada en el ciclismo como el patrón oro de la madurez ciclista, la edad del esplendor…
R. ¿Dónde hay que firmar para que sea sí para mí? No… fuera de bromas, tengo más confianza de que es así de lo que pueda parecer.
P. Los últimos años siempre se definía como un ciclista en progreso, aprendiz aún. ¿Sigue creyendo en su progresión?
R. Este año poco a poco me estoy encontrando mejor gracias a que el equipo no me hizo competir más después de la Vuelta. He cogido la bici con muchas ganas. Me está costando mucho menos el entrenamiento invernal. Estoy disfrutando de la pretemporada.
P. Usted cambia y el equipo también. Contratan biomecánicos, vuelve el médico Ibarguren, con el que usted ya trabajó en el Quick Step, despiden a Arrieta, el director de la última década…
R. Es una pena no tener a Arri más en el equipo porque la relación que teníamos y tenemos es muy buena, pero eso ya es una decisión de los jefes y yo no pinto nada ahí. Y con el biomecánico Iván Velasco, hemos estado mejorando en todos los aspectos que hemos podido y a ver si en las contrarrelojes se ven ahora resultados cuando empecemos. Ya no tendremos excusa si fallamos. Ahora tendremos que hacerlo bien. Buscamos ser lo más profesional en este mundo, y con todo lo que ya teníamos, esperemos mejorar el puntito que nos queda ahí.
P. Miguel Ángel Superman López se ha ido, y Marc Soler; Alejandro Valverde anuncia una temporada de prejubilado, de despedida. En su tercer año en el Movistar, por primera vez es usted líder único.
R. Se ha fichado gente para ganar carreras [Sosa, Aranburu…] y tendré que compartir algunas carreras con otros. Pero me siento preparado para estar ahí solo en el Tour y en la Vuelta.
P. ¿Le dará vértigo esa soledad? ¿Es lo que deseaba?
R. Con 27 años no creo que sea algo que me pese, sino al revés, tener a todo el equipo a mi disposición en el Tour es algo que me motiva.
P. El último año, su cohabitación con Supermán acabó estallando en la Vuelta. El colombiano se retiró mediada la penúltima etapa y se negó a dar una pedalada más con el equipo. Dado que la autoafirmación es la mayor motivación de los ciclistas, ¿no cree que se pierden muchas energías peleando por celos o envidias? ¿No pierde foco?
R. Cuando compartes liderato con otro, no sé… Este año tengo ganas de estar solo, que no se me malinterprete porque hay otros muy buenos en el equipo. Sin dudas y sin malos entendidos. Pero sí que es verdad que cuando han estado otros, es un plus, se puede jugar con la general y con tu compañero. Es algo positivo, no una cosa negativa que te coma por dentro. Eso en mi caso, no sé otros… Se trata de pensar en el colectivo. Saber que juntos podremos conseguir algo grande…
P. Semanas después Supermán declaró que usted fue egoísta en la Vuelta, que solo pensaba en su podio… ¿Ha hablado con él después de la carrera?
R. Lo de Supermán quedó zanjado en la Vuelta, para mí y para el equipo. Es un tema que quedó allí en la Vuelta.
P. Valverde ganaba tanto que muchas veces salvaba él solo la temporada de todo el equipo. ¿Cómo será ahora esto sin el velo Valverde?
R. Alejandro ha salvado al equipo mucho, sí, pero ahora llegamos nosotros y esperemos que podamos suplirle un poco.
P. ¿Objetivos?
R. Podio en el Tour y en la Vuelta, y si gano uno, ya no necesito el otro podio. Como el año pasado. Pero me quiero centrar muy bien en el principio de temporada. Quiero coger confianza conmigo mismo, con las sensaciones con las que terminé la Vuelta pasada. Y que las sensaciones vayan creciendo y con ellas la confianza de cara al Tour.
P. Los más jóvenes dicen que hay que ir a ganar todo lo que se corra. ¿A usted le arrastrará esa dinámica?
R. Sí, sí, sí… Es así. Es verdad que cuando empecé en 2017 aún se hablaba de carreras de preparación de cara a otras, pero estos últimos años en todas las carreras hay un nivelazo. Todo el mundo va a ganar. Me gustaría andar bien Mallorca, la carrera de casa, Valencia, Tirreno o Niza, y de ahí a País Vasco, Flecha y Lieja…
P. Demos por hecho que este 2022 alcanzará su madurez. ¿Cómo quiere que sea su esplendor, de brillo o de consistencia, una virtud que más que una característica parece su esencia?
R. El espíritu me pide estar claramente en la general, pero también ganando etapas. Estoy muy motivado para ello, estamos por el buen camino. Si todo nos respeta, espero ganar. Levantar los brazos. Lo echo de menos.
P. ¿La consistencia le sobra?
R. Me falta eso, el punto de brillo. Y creo que sí que estoy para conseguirlo. Un buen grupito en la concentración camino de Mallorca. El año pasado en la concentración el equipo no estaba así de bien.
P. Eso reclama la afición, claro, y empiezan a llegar jovencitos que lo prometen y le pueden dejar como algo del pasado…
R. Falta ganar, ganar, ganar. Tenemos que ganar, que llegan jóvenes fuertes, sí. Son muy buenos pero estoy muy centrado en mí… Yo también fui joven brillante.
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