Fue en 2020 cuando salió a la luz el romance entre Enrique Ponce y Ana Soria, 27 años más joven que él. Un noviazgo que puso patas arriba el mundo del corazón y que tuvo a otra protagonista, Paloma Cuevas, que llevaba casada con el torero desde 1996. Se descubrió entonces que se habían separado y en 2021 lo hicieron oficial con el divorcio.
A lo largo de estos dos años de relación, la pareja ha tenido etapas más mediáticas que otras y se ha visto envuelta en más de una ocasión en rumores de separación o de crisis. Pero parece que todo eso ha quedado atrás, ya que el diestro tiene claro que quiere dar un paso más en la relación.
Así lo publica este miércoles en portada la revista ‘Diez Minutos’, que asegura que Enrique y Ana atraviesan su momento “más dulce”. Es más, el torero ha hablado con esta publicación y ha revelado sus planes de boda con la joven almeriense.
Enrique Ponce quiere pedirle matrimonio a Ana Soria
Enrique tiene claro que quiere casarse con Ana. Le quiere pedir matrimonio pronto. “Estoy buscando el momento adecuado para pedir matrimonio a Ana, deseando“, ha asegurado a la citada revista. La misma publicación apunta a que el diestro estaría esperando a que la joven, de 24 años, terminara la carrera de Derecho. Eso sí, una vez lo haga, no habrá problema para seguir adelante con sus planes de boda: ya no hay impedimento legal alguno y tiene el respaldo de sus suegros, con quien mantiene “una magnífica relación”.
Una vida apartada del foco mediático
Como decíamos, Enrique y Ana han tenido etapas en las que han estado en el foco mediático. Su relación causó una gran conmoción, ya que el matrimonio del torero con Paloma Cuevas, con quien tiene dos hijas en común, se consideraba uno de los más sólidos del mundo del corazón.
Cuando la noticia vio la luz así como posteriormente, durante el proceso de divorcio con la ‘socialité’, la nueva pareja recibió tanto acoso mediático como un sinfín de críticas en las redes sociales. Por eso, decidieron desaparecer de las redes e intentar llevar su relación con la máxima discreción.
Posteriormente, Enrique se retiró de los toros y se trasladó a vivir a San José, ciudad natal de la almeriense. La pareja alquiló allí un ático, cerca de la familia de ella. El siguiente paso será pasar por el altar.