Ha sido un verano difícil para Enrique Ponce y Paloma Cuevas. A principios del mes de julio la pareja hacía pública su separación después de casi 25 años de matrimonio, coincidiendo con la noticia de la nueva relación del diestro con una joven estudiante de Derecho de 21 años que respondía al nombre de Ana Soria. A partir de ese momento el valenciano y su chica se convertían en ‘la pareja del verano’ y ellos vivían su amor con total naturalidad, exponiendo su relación en sus respectivas redes sociales. Una situación nada agradable para ellos, que han sufrido las críticas y los comentarios malintencionados, algunos incluyendo a la propia Paloma, que desde el principio dejó clara su intención de permanecer en un discretísimo segundo plano, como siempre ha hecho, volcada en sus hijas y en sus padres.
Pero en las últimas semanas las especulaciones y los rumores han hecho que Enrique moviera ficha. Y lo hacía hace tan solo unos días cuando borraba de sus redes sociales cualquier rastro de Ana Soria. Algo que sucedía poco después de que se informara sobre un supuesto desencuentro entre él y su chica. Esta decisión hizo que saltaran las alarmas y que se dijera que había sido la propia Paloma la que habría puesto en un aprieto al padre de sus hijas, obligándole a eliminar las fotografías. Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso y Ponce ha emitido un comunicado dando la cara por la que todavía es su mujer, al menos, a los ojos de Dios.
Ha sido Toñi Moreno en ‘Viva la vida’ la primera en hacerse eco de este comunicado, argumentando además que había hablado con el propio Enrique Ponce, quien le ha autorizado a aclarar varios puntos. “Hace cinco meses que se sientan y reconocen que hay un problema y es cuando hablan con las niñas”, comenzaba diciendo la presentadora ejerciendo de “portavoz” del torero valenciano, desmintiendo que su matrimonio llevara roto varios años. “Han pasado el confinamiento juntos y sus hijas no han notado discrepancias entre ellos, porque es una relación donde hay mucho amor”, ha explicado.
El comunicado, adelantado por la presentadora gaditana, hacía hincapié en la figura de Paloma Cuevas, de la que se ha querido destacar su preparación y su trabajo. “Han estado 28 años juntos y durante su matrimonio Paloma se marcha a estudiar a Boston donde hace la carrera de Económicas y estudia un máster, y Enrique quiere dejar claro que la madre de sus hijas le ha ayudado mucho en sus finanzas, aparte de que ha tenido sus empresas”. Esta explicación ofrecida por la comunicadora ha despertado los comentarios de sus colaboradores, entre ellos los de Isabel Rábago que no ha dudado en decir que “por primera vez en meses, le da su lugar a su mujer”.
El motivo de la separación de la pareja
La presentadora ha terminado con las especulaciones sobre los motivos de la separación del matrimonio de una manera clara: “La relación se rompe porque Enrique ha sido un padre ausente y eso es un desgaste para la pareja”. Al parecer el matrimonio tardó una década en tener a sus hijas porque así lo habían acordado, teniendo en cuenta la vida laboral del de Chiva. “Ellos hablaron de una retirada de los toros cuando Enrique tuviera 30 años y pensaban dedicarse a sus hijas. Pero Enrique no se puede retirar y es un padre ausente. Esa es la razón por la que se separan.” A pesar de todo, y debido a sus regias creencias religiosas, ni uno ni otro pretenden solicitar la nulidad eclesiástica y avisan: se tomarán las medidas oportunas para aquellas personas o medios que viertan informaciones falsas sobre la pareja, que pueda hacerles daño ellos, pero especialmente a sus hijas.