El regreso a la temporada taurina ha llegado cargado de emociones para Enrique Ponce, y no precisamente por volver a ponerse delante del toro. Todo el mundo esperaba que fuera el domingo cuando la joven Ana Soria se ‘presentara’ como su nueva novia al convertirse en su gran apoyo desde el albero de la plaza de toros de Osuna, pero no fue así. Ha tenido que pasar un día más para que la estudiante de Derecho se haya animado a pisar la plaza de toros, la de Huelva en este caso, y, por primera vez, animar a su pareja con su presencia.
Acompañada de dos amigos y enfundada en un vestido lencero de color plata y tirantes de tipo espagueti, Ana no podía ocultar los nervios por lo que pasaba en la arena, pero todo fue bien. Es cierto que Enrique Ponce ha vivido tardes mejores, pero no fue impedimento para que después no hubiera una gran celebración. Acompañado de su novia y de los amigos de esta, se fueron todos juntos a cenar para terminar de fiesta en el hotel en el que se alojaba el de Chiva.
Fue en el alojamiento, cuando pensaba que nadie les miraba, cuando Enrique y Ana dieron rienda suelta a su pasión, dejando ver lo enamorados que están, lo mucho que se gustan y la gran atracción que hay entre ellos. No les importó que los amigos de ella estuvieran a apenas unos centímetros y se besaron, abrazaron y acariciaron como si estuvieran prácticamente solos.
Hasta hace apenas unas semanas los dos guardaban en silencio su historia de amor, pero una vez se hizo pública,y tras la polémica inicial, han ido dejando claro que no piensan esconderse ni quedarse para ellos un amor que va viento el popa. Por si a alguien le quedaba alguna duda, este vídeo, en el que se puede ver a al pareja, muy acaramelada, en el balcón del hotel despeja todas las dudas.
Tan solo ellos saben qué planes de futuro tienen, pero lo que está claro es que van a aprovechar el verano a más no poder. Es cierto que el diestro tiene cerradas varias fechas, pero tras este estreno en Huelva es más que probable que Soria vuelva a apoyarle desde las gradas, convirtiéndose en una suerte de amuleto. Con la llegada del otoño la rutina volverá a la vida de Ana, que tendrá que retomar sus estudios de derecho en Granada, aun está por ver cómo será el próximo curso escolar, pero mientras que llega lo está dando todo para que este verano sea inolvidable y uno de los mejores de su vida.