Un total de 1,200 efectivos de la Guardia Nacional recibieron entrenamiento para enfrentar ataques armados del crimen organizado similares a los que se registraron en el primer “Culiacanazo”, cuando células del Cártel de Sinaloa atacaron instalaciones militares para presionar para la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El entrenamiento recibido por los elementos de la Guardia Nacional incluyó el uso, por primera vez, de vehículos blindados artesanales, también conocidos como “monstruos”, los cuales fueron incautados a la delincuencia organizada durante enfrentamientos con fuerzas federales o estatales.
La capacitación se registró durante los ejercicios finales que los guardias nacionales practican en el Centro Nacional de Adiestramiento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua.
El entrenamiento consistió en la recreación de un ataque a un cuartel militar en el pueblo simulado La Cofradía, donde también se crearon escenarios de alto riesgo y el aseguramiento y extracción de un líder de la delincuencia organizada.
En la demostración se usaron por vez primera vehículos con blindaje artesanal reales, conocidos como “monstruos”, desde los cuales elementos de la GN simularon ser agresores que disparaban contra efectivos de la Guardia Nacional, situación de riesgo cada vez más común para las fuerzas federales en estados como Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Sonora y Michoacán.
Los elementos de la GN tenían que repeler la agresión y asegurar los blindados artesanales para controlar y someter a los atacantes.
En la recreación, un alto mando de la Guardia Nacional iba narrando el ejercicio y pidió a sus elementos que hagan uso de las armas de fuego “en forma proporcional y progresiva, de acuerdo al nivel de la agresión recibida”.
Además, se recreó el ataque a un cuartel militar como ocurrió el 17 de octubre del 2019, en el fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán, “El Ratón”, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En el llamado “Culiacanazo” , tras la detención de Ovidio, se registró un ataque del crimen organizado a la “Unidad Habitacional Militar 21 de Marzo” que ocupan las familias de los soldados como residencia. Al momento del ataque había mujeres y niños en el lugar.
De acuerdo con una línea del tiempo obtenida por Guacamaya, fue ahí donde presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa secuestraron a un sargento identificado con las iniciales J.S.M.
En el entrenamiento, personal de la Fuerza Especial de Reacción e Intervención de la Guardia Nacional (FERI), identificados por sus uniformes tácticos de color claro y equipados con armamento de alto poder, intervinieron una vivienda, estallarn bombas de humo y aseguraron al supuesto objetivo generador de violencia.
Así, la Guardia Nacional destacó que en la recreación se logró la extracción del detenido y se repelió un ataque múltiple desde distintos puntos, gracias al apoyo de un helicóptero Mi-17 y una unidad blindada.
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