Los periódicos no solo publican noticias. Desde que en diciembre de 1913 The New York World estrenara el primer crucigrama de la historia, los juegos y pasatiempos se han convertido en parte de la oferta imprescindible de los medios, impresos y digitales. EL PAÍS ya incluía en su estreno, el 4 de mayo de 1976, un crucigrama cuya primera definición, de seis letras, decía “indígena de Hawai y otras islas polinesias”. Entonces los lectores buscaban sobre todo entretenimiento en esas páginas. Ahora, en diferentes formatos, encuentran además otro beneficio que sugieren múltiples estudios científicos: mantener sus cerebros en buena forma.
Precisamente entretener y proponer al lector una sana gimnasia para sus neuronas son los dos principales propósitos de la nueva página de juegos que ha lanzado EL PAÍS en internet. Accesible desde la dirección elpais.com/juegos, incluye una variedad de crucigramas de diferente complejidad, sudokus con cinco niveles de dificultad, sopas de letras y otros pasatiempos menos clásicos como el Mahjongg Solitarie o el 10×10. No serán los únicos: la idea es ampliar progresivamente la sección con nuevos retos.
La prioridad en el diseño ha sido conseguir que el lector pueda resolver los pasatiempos de la forma más cómoda, desde su móvil, tableta u ordenador, aunque para los incondicionales del papel se incluye un botón para imprimir los juegos. La plataforma incorpora la posibilidad de activar el modo oscuro, un fondo negro que evita la fatiga visual del usuario. También incluye la opción multijugador y la de parar el juego para guardar la partida.
Para facilitar la resolución de los pasatiempos, los lectores podrán pedir ayuda al programa cuando se les resista alguna palabra o letra y, en el caso de los sudokus, colocar varios números en una misma casilla, hasta que determinen cuál es el correcto.
La página incluye juegos de autor, con firmas reconocidas. Entre ellos, una selección digitalizada de los crucigramas elaborados por José Luis Herencia, Mambrino, quien desafió a diario el ingenio los seguidores de la edición impresa durante 17 años. Mambrino, fallecido en 2019, desarrolló un estilo de hacer crucigramas, muy reconocible para el lector habitual de EL PAÍS, en el que el sentido del humor y los juegos de palabras se combinan con las definiciones más canónicas.
De la misma escuela de crucigramistas, los que tratan de convertir a los lectores en cómplices de sus desafíos, es Eduardo Delgado, Tarkus. Sustituto de Mambrino como responsable del pasatiempo diario en el periódico, Tarkus ha seleccionado sus mejores 365 pasatiempos para incluirlos en la nueva página. La crucigramista Nataly Sanoja aportará cada día un crucigrama mini, de cinco por cinco casillas, análogo al que, en los últimos años, ha obtenido un enorme éxito entre los lectores de The New York Times. Y la colaboradora de pasatiempos de EL PAÍS Marisa Sanjurjo publicará cada semana una sopa de letras temática.
¿Y la indígena de Hawai y otras islas de la Polinesia de seis letras? La solución resultó ser “canaca”.
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