Epifanio Avilés Rojas es el primero en la lista de detenidos-desaparecidos por quienes piden justicia abuelas, madres, esposas, hermanos, hijos y nietos de víctimas de la desaparición por parte del Estado mexicano. Su historia muestra que desde hace 50 años se comenzó a tejer el manto de impunidad que ha hecho de México una nación de desaparecidos.
Por Thelma Gómez Durán*
Epifanio Avilés Rojas fue detenido el 19 de mayo de 1969 y trasladado al cuartel militar de Ciudad Altamirano, Guerrero. Ya no se supo de él.
Desde ese día, su esposa lo busca. Ella no ha permitido que a Epifanio también lo desaparezca la historia.
Epifanio es el primer detenido-desaparecido en la lista del Comité Eureka, con quien se comienza a nombrar la desaparición forzada como un crimen cometido por agentes del Estado.
Su caso es el segundo documentado en el país en que se utilizó la desaparición forzada como estrategia de contrainsurgencia.
A Epifanio lo detuvo un grupo de soldados, al mando del mayor de infantería Antonio López Rivera en el poblado de Las Cruces, Guerrero.
Un día después fue entregado al general Miguel Bracamontes. Lo subieron a una avioneta. Tenía 36 años cuando lo desaparecieron.
Epifanio nació en Rincón Chámacua, Guerrero. Conoció a su esposa Braulia Jaimes en los bailes. Se casaron en 1952. Tuvo trabajos como sargento patrullero en Acapulco e inspector de salubridad en Puebla.
Epifanio Avilés y Braulia Jaimes comenzaron su vida juntos en 1952 en Chámacua de Michelena, donde sembraron maíz y ajonjolí. El matrimonio tuvo tres hijos, Nereida, Blanca y Jaime. Fotografía: cortesía de la familia Avilés Jaimes.
A mediados de la década de los sesenta emigró con Braulia, su esposa, y sus tres hijos a la Ciudad de México, estuvieron a cargo de una granja en Cuajimalpa.
Vivía con ellos Florentino, hermano menor de Braulia, ingeniero egresado del IPN, profesor y miembro activo de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), una de las organizaciones guerrilleras que surgieron en el país en aquellos años y cuyo líder fue el profesor Genaro Vázquez Rojas, originario de Guerrero.
En su tierra natal, Epifanio ya había dado muestras de su interés por la organización social y política, y su indignación por las injusticias.
En 1968 Epifanio decidió unirse a la ACNR.
A la par de que se formaban organizaciones guerrilleras en Chihuahua, Guerrero, Sinaloa, Nuevo León, Oaxaca y Ciudad de México, el Estado mexicano creó instituciones para poner en marcha sus estrategias de contrainsurgencia.
Una de ellas fue la Dirección Federal de Seguridad (DFS), creada con policías de diferentes corporaciones, que durante décadas funcionó como la policía política. Sus elementos se especializaron en desaparecer personas.
La militancia de Epifanio fue breve e intensa. No duró más de seis meses.
Días después de la matanza estudiantil del 2 de octubre junto con Florentino y el compañero Juan Antúnez comenzaron a planear su primera “expropiación” (esa era la forma en que miembros de las organizaciones guerrilleras se financiaban): acordaron asaltar una camioneta del Banco Comercial Mexicano. La fecha: el sábado 19 de abril de 1969.
La policía impidió el asalto, en el lugar murieron Antúnez y dos policías. Florentino fue detenido y Epifanio huyó a la comunidad de Las Cruces, en Coyuca de Catalán, Guerrero.
El 19 de mayo de 1969, el ejército cercó la comunidad, apresó a Epifanio y lo llevó al Cuartel Militar de Ciudad Altamirano.
Braulia Jaimes, su esposa, se enteró de la aprehensión de Epifanio por un telegrama.
Para ese entonces su casa era vigilada por hombres vestidos de civil, que la seguían a donde iba.
Ella pensó que a su esposo lo llevarían a la prisión de Lecumberri, como a su hermano, pero los días pasaron y de Epifanio nadie daba informes.
Preguntó por él en cuarteles militares y estaciones de policía, y cárceles. Denunció su desaparición en los periódicos. Se unió a las manifestaciones con madres y esposas de otros detenidos-desaparecidos.
En el año 2019, Braulia tiene el mismo reclamo: que el Estado mexicano diga:
¿Dónde está Epifanio?
En México, el Estado lleva 50 años desapareciendo personas.
Epifanio es el primer detenido y desaparecido en la lista del Comité Eureka. A partir de su caso los colectivos comenzaron a nombrar como “desaparición forzada” a la práctica que el Estado mexicano empezó a institucionalizar para acabar con la contrainsurgencia durante los años 70 principalmente, y que se mantiene vigente en lo que se denomina la “guerra contra las drogas”. 50 años después son más de 40 mil las personas desaparecidas en México.
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Investigación: Thelma Gómez Durán
Proyecto: A dónde van los desaparecidos/Quinto Elemento Lab
#50AñosDeDesapariciónForzadaEnMéxico