La ‘egoteca’ se ubica en el Estado de México y era un proyecto para exhibir los elementos sobre la vida de Peña Nieto, denunció el exdirector de Pemex ante la FGR.
El exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, declaró que Juan Armando Hinojosa Cantú -dueño de Grupo Higa, el constructor de la Casa Blanca de Las Lomas- tenía la instrucción del entonces presidente Enrique Peña Nieto para hacer negocios con empresas públicas con el fin de hacerse de recursos.
La denuncia que se conoce desde la semana pasada indica que el empresario tamaulipeco requería “sumas cuantiosas” porque estaba construyendo una “Egoteca” o un “Museo del Presidente”, en una ubicación que no aclara a lo largo del escrito de 63 páginas, aunque en algunos espacios asegura que es una “finca” en el Estado de México.
Según el documento, luego del reportaje de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, el entonces Presidente prefirió cancelar el Tren México-Querétaro para ocultar “el tema de las casas”: una entregada a Luis Videgaray, otra al propio Peña Nieto y una más, que sería la sede del llamado “Museo del presidente”.
El exdirector de Pemex declaró que a inicios del sexenio le fue ordenado contratar a un fotógrafo para documentar todas las acciones del entonces Presidente, con el objetivo de que el material alimentara la museografía del espacio planeado para ser abierto al público al finalizar el sexenio.
Según Lozoya, Peña Nieto y Luis Videgaray dieron el visto bueno para pagar “entre dos y tres millones de pesos mensuales al fotógrafo”, aunque posteriormente se tuvo que cancelar el contrato por observaciones de la Contraloría.
Lozoya narra lo que le dijeron dos personajes clave y cercanos a Peña Nieto: Antero Rodarte, “quien manejaba el dinero en efectivo del Presidente”, y Roberto Padilla, secretario técnico del gabinete presidencial.
“A finales de 2015, durante un evento con Peña Nieto, Antero Rodarte me comentó que la casa y el museo estaban concluidos y que ahí se colocarían los regalos, reconocimientos y el historial del Presidente, pero que por ese entonces solo él y Padilla Domínguez conocían la ubicación del inmueble”, dice la denuncia de hechos presentada ante la Fiscalía General de la República.
Durante una cena en los Pinos, Antero Rodarte le dijo a Lozoya que “estaba hasta la madre de lo poco que le pagaban, en comparación con las maletas llenas de fajos de billetes que él tenía que resguardar en la bodega del ‘Museo de Peña’”.
Emilio Lozoya denunció que el entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte, le regaló a Peña Nieto un Ferrari que previamente fue del presidente López Mateos y que dicho vehículo se encontraba en la bodega del museo:
“Javier Duarte se le acercó en las escalinatas del avión presidencial y le entregó una carpeta al Presidente (…) Al subir al avión presidencial, Enrique Peña Nieto nos dijo: ‘Miren lo que me regaló el gober’, mostrándonos en esos momentos la parte interior de la carpeta. Ahí aparecían las fotos de un Ferrari con el texto: ‘Este Ferrari perteneció al presidente López Mateos’, y a un lado estaban las llaves del auto. Enrique Peña Nieto entregó la carpeta a un asistente y le pidió al mesero de a bordo abrir un par de botellas de Vega Sicilia para celebrar esta exitosa gira. Días después, comentando el tema con Antero Rodarte, me comentó que el Ferrari ya se encontraba en la bodega del Museo”.
A través de Twitter, Duarte rechazó lo dicho por Lozoya y aseguró que en su vida se ha subido a un automóvil de esa marca italiana, “nunca he comprado uno y mucho menos he regalado alguno”.
Con todo respeto a @EmilioLozoyaAus, quiero subrayar que a los únicos Ferraris que conozco son a Ramón Ferrari Pardiño, a Alfredo Ferrari Saavedra y a Antonio Ferrari Cazarin, quienes colaboraron en mi gobierno. 1/2 @CiroGomezL @Reforma @Milenio
— Javier Duarte (@Javier_Duarte) August 21, 2020